BILBAO. Desde que el Tribunal Supremo condenara a seis jóvenes por pertenencia a Segi y la Ertzain-tza se viera obligada a cumplir las órdenes de arresto, el Gobierno Vasco y el PNV han sido objeto de más de una crítica por parte de ciertos sectores, y han visto también cómo algunos batzokis amanecían repletos de pintadas que el partido atribuyó a viejos modos de protesta que, a su juicio, deberían haber pasado al olvido con el nuevo tiempo sin violencia. Una tensión que alcanzó su punto álgido cuando algunos de los jóvenes que protestaban por la sentencia decidían increpar al concejal jeltzale en Donostia Eneko Goia cuando pasaba por el Aske Gunea en dirección al Ayuntamiento. El portavoz del Gobierno Vasco Josu Erkoreka se confesó "preocupado" ante esas actuaciones, si bien quiso evaluarlas en su justa medida y atribuirlas a "tensiones internas" en la izquierda abertzale, que serían lógicas tras haber decidido emprender el intrincado tránsito hacia las vías exclusivamente pacíficas.
En una entrevista concedida a Europa Press, Erkoreka aseguró sentirse preocupado por "las expresiones de intolerancia" y el "rebrote" de kale borroka, aunque quiso subrayar "la complejidad" de este tipo de procesos, y puntualizar que no se resuelven "con facilidad". "Tendrán sus tensiones internas. Inevitablemente habrá vaivenes, e idas y venidas. Yo abrigo la esperanza de que las idas sean más impetuosas que las venidas, y que las venidas solo sean una manera de preparar e intentar superar los obstáculos de la ida siguiente", apostó. Así, descartó una vuelta atrás que implique que ETA vuelva a atentar y que la izquierda abertzale "vuelva a jalearla y a darle cobertura".
otras pintadas Ayer mismo, los batzokis de Barakaldo y Donostia -la sede de El Antiguo- amanecieron con pintadas contra el PNV, al igual que lo hicieran jornadas atrás los de Gorliz y Altsasu. El PNV de Barakaldo criticó lo sucedido lamentando que actúen de ese modo "los nuevos demócratas, con los viejos métodos de siempre". No es la primera vez que se produce un rebrote de esas actitudes. En las elecciones municipales y forales de 2011, los carteles de algunos partidos fueron alterados con pegatinas rojigualdas. En ese momento, también se interpretó que se trataba de meros vestigios del pasado, de sectores minoritarios, en un tránsito hacia las nuevas formas.
A esa tesis contribuyó que, cuando se produjo un estallido de kale borroka con quema de contenedores, la izquierda abertzale desautorizó esas prácticas. Aunque en esta ocasión no se ha producido un anuncio similar, portavoces de Sortu mediaban anteayer en la operación de detención de los miembros de Segi pidiendo que no hubiera incidentes.
Por otra parte, un grupo de desconocidos cortó ayer las contrapesas de la catenaria del trazado ferroviario de Adif en Araba, a la altura de Erribera Beitia, y dejó en su lugar pasquines en contra de la detención de seis miembros de Segi. El corte afectó a la circulación de los trenes en dirección a Gasteiz. Además, la Er-tzaintza detuvo a cuatro personas en Donostia por su presunta implicación en la colocación de una cadena para impedir el paso del tráfico, también a modo de protesta por las detenciones de miembros de Segi. En el Paseo de La Concha, varios individuos arrojaron aceite en la calzada para impedir el paso de vehículos. Unas protestas que no se corresponderían con la vía de resistencia pasiva -sentadas- que dijeron haber abrazado los jóvenes en la detención de los condenados de Segi.