Javier núñez. Bilbao. El próximo 20 de noviembre se cumplirán 29 años desde que Santi Brouard, dirigente de Herri Batasuna y parlamentario vasco en la Cámara vasca, fue asesinado en su consulta de Bilbao. En estas casi tres décadas que han transcurrido desde aquel luctuoso suceso se han celebrado dos juicios y dos personas fueron condenadas, pero el asesinato del pediatra vizcaíno continúa sumido en un manto de silencio sobre todo en lo concerniente a los instigadores y organizadores del crimen.

El sempiterno excomisario José Amedo Fouce ha abierto de nuevo la espita a este caso Brouard. El pasado mes de noviembre, quien fuera condenado por las actividades de los GAL presentó una denuncia en el juzgado de instrucción número 1 de Bilbao en la que acusaba al exempresario granadino Luis Morcillo Pinillos de ser uno de los dos autores materiales del asesinato del dirigente de la izquierda abertzale. Según diversas informaciones, Amedo presentó unas grabaciones obtenidas de modo secreto en las que Morcillo reconocía su participación activa en el crimen. "¿Le pegaste tú los tiros a Brouard?, preguntaba el excomisario. "Le di yo, le pegué otros cuatro tiros en el pecho", respondía Morcillo. Más adelante, ambos conversaban sobre la organización del atentado y el exempresario aseguraba: "Sancristóbal fue el que organizó el tomate, de primera hora estaba organizado por él". Morcillo acababa la conversación asegurando que "yo ahora mismo puedo decir: Yo maté a Brouard y me ordenó hacerlo el señor Sancristóbal". Morcillo se refería a Julián Sancristóbal Iguarán, director de la Seguridad del Estado cuando se produjo el atentado.

De entrada, la magistrado Ana Isabel Gasca, titular de este juzgado número 1 de la Audiencia de Bizkaia, ha citado para este próximo martes a Luis Morcillo para que ofrezca su versión sobre la acusación directa que contra su persona ha realizado el excomisario José Amedo. Morcillo ha alegado serios problemas de salud, por lo que es probable que su declaración sea a través de una videoconferencia.

absoluciones y condenas Este nuevo episodio se produce a poco más de dos meses para que se cumplan diez años del segundo de los juicios celebrados por el asesinato de Santi Brouard. En junio de 2003 la Audiencia de Bizkaia absolvía a José Amedo, Luis Morcillo y el excoronel de la Guardia Civil Rafael Masa del asesinato por falta de pruebas, aunque la sentencia admitía el móvil político del crimen y la implicación de terceras personas. Hace veinte años, en mayo de 1993, se llevó a cabo el primero de los juicios, una vista en la que fue condenado a 33 años de prisión Rafael López Ocaña, como uno de los autores materiales del asesinato, aunque solo cumplió 12 años de prisión. El otro condenado en aquel primer juicio fue Juan José Rodríguez Díaz, El Francés, a quien le sentenciaron a ocho años de prisión por tenencia ilícita de armas. El Francés fue quien entregó las armas a quienes cometieron el asesinato.

La acusación contra Morcillo no es nueva. En diciembre de 2005, dos años después de que el exempresario fuera absuelto, Rafael López Ocaña concedió una entrevista a Telecinco en la que aseguró que su compañero en el asesinato de Brouard había sido Morcillo, y que éste le desveló que los tres millones de pesetas que le entregó Rafael Masa por haber tomado parte en el crimen procedían de Sancristóbal.

No es el único que ha implicado a Sancristóbal en el asesinato. Uno de los condenados como mercenario de los GAL Daniel Fernández Aceña aseguró durante el juicio celebrado en 2003 que la planificación del asesinato de Brouard se gestó en una reunión celebrada en el Hotel Ercilla de Bilbao en la que tomó parte Julián Sancristóbal junto al ex jefe superior de la Policía de Bilbao, Miguel Planchuelo; el excomisario José Amedo y el excoronel de la Guardia Civil Rafael Mesa. A este encuentro, según declaró entonces Fernández Aceña, también asistió el mercenario de los GAL Mohand Talbi, que fue quien supuestamente informó a Fernández Aceña de la reunión.

Lo cierto es que transcurridos casi 29 años desde el asesinato de Santi Brouard, de las tres personas que acaparan el protagonismo en este nuevo episodio del caso Brouard -Amedo, Morcillo y Sancristóbal-, solo este último no se ha sentado nunca en un banquillo por su supuesta participación en el asesinato del dirigente de la izquierda abertzale. Sancristóbal, que fue nombrado gobernador civil de Bizkaia tras el triunfo del PSOE en las elecciones generales de 1982, ocupó el cargo de director de la Seguridad del Estado desde el 9 de febrero de 1984 al 27 de octubre de 1987. Por el caso del secuestro de Segundo Marey, primera acción reivindicada por los GAL, Sancristóbal fue condenado a diez años de prisión y doce de inhabilitación absoluta por los delitos de secuestro y de malversación de caudales públicos; penas que también recayeron en José Barrionuevo y Rafael Vera. Confirmada la sentencia por el Tribunal Supremo, y suspendida por el Tribunal Constitucional hasta resolver negativamente en 2001 el recurso de inconstitucionalidad correspondiente, el Gobierno de José María Aznar le concedía, como a otros nueve condenados en el mismo caso, un indulto parcial (dos terceras partes de la pena de prisión impuesta) y una modalidad especial de tercer grado penitenciario. Asimismo, Sancristóbal fue condenado a cuatro años de prisión y diez de inhabilitación por el denominado caso de los Fondos Reservados. Pese a que la suma de las dos condenas sumaban 14 años de prisión, Sancristóbal apenas si estuvo año y medio en la cárcel.

llegar al final En declaraciones a este diario, la hija Santi Brouard, Edurne Brouard, asegura que a la espera de lo que se desprenda de la declaración que efectuará Luis Morcillo Pinillos, la intención de la familia es personarse en el caso. "Lo dijimos el 20 de noviembre de 1984 después del asesinato de mi aita, nuestra intención es llegar hasta el final cueste lo que cueste", señala.

A Edurne le quedan pocas dudas sobre los autores materiales del asesinato, pese a que Morcillo fuera absuelto por faltas de pruebas. "Personalmente tengo muy pocas dudas sobre quienes fueron los autores del asesinato. Lo que ocurre es que en aquel juicio -el celebrado en 2003- habían pasado casi veinte años del asesinato y la enfermera de mi padre no pudo reconocer con absoluta rotundidad a Morcillo. Pero creo en la justicia y mi esperanza es que finalmente se determine quiénes fueron los instigadores y organizadores del asesinato", sentencia.