Bilbao. Los últimos acontecimientos en torno a la situación de los presos de ETA, con los recientes fallecimientos de Xabier López Peña, Thierry, y de Ángel Figueroa, provocaron que miles de personas salieran ayer a las calles de Bilbao para reclamar a los estados español y francés un inmediato cambio de la política penitenciaria. "La situación está empeorando en las cárceles con palizas, accidentes de los familiares... Urge terminar con las medidas de excepción para que no se produzcan más muertes", dijeron portavoces de Herrira, impulsora de la marcha, antes de que la misma echara a andar.
Pese a que los propios convocantes reconocían que la manifestación de ayer quedaba lejos, en cuanto a ambición y respuesta ciudadana, de la que tuvo lugar el pasado 12 de enero en la capital vizcaina, el tramo comprendido entre La Casilla -de donde partió- y la plaza Zabalburu apareció repleto de personas que desafiaron la climatología adversa para reivindicar los derechos de los presos. Entre las mismas se encontraba el hermano de Thierry, Juanma López Peña, que fue uno de los encargados de portar la pancarta y que hoy protagonizará una rueda de prensa convocada por Etxerat para hablar de las circunstancias de la muerte del exdirigente de ETA.
La convocatoria, que contaba con el apoyo de sindicatos como ELA, LAB o STEE-EILAS, también fue secundada por el presidente y la portavoz de Sortu, Hasier Arraiz y Maribi Ugarteburu, respectivamente, el secretario general de EA, Pello Urizar, el dirigente de Alternatiba Oskar Matute y la responsable de Aralar Rebeka Ubera. Estuvieron asimismo presentes representantes de la izquierda abertzale como Rufi Etxeberria, Joseba Permach, Niko Moreno, Arantza Urkaregi o la abogada Jone Goirizelaia. El histórico dirigente de HB Tasio Erkizia se sumó a los participantes a lo largo del recorrido.
Pese a que en un primer momento se comentó que la marcha iba a ser silenciosa, finalmente las proclamas a favor de los presos jalonaron todo el recorrido, al igual que los aplausos de las personas que se encontraban en las aceras e iban sumándose poco a poco a la multitud. De hecho, el clásico "presoak kalera, amnistia osoa" supuso el arranque de la manifestación a las 17.40 horas. A partir de entonces se pudo escuchar "herriak ez du barkatuko", "amnistiarik gabe bakerik ez" y también gritos en recuerdo de los fallecidos López Peña y Figueroa.
Encabezaban la marcha tres grandes carteles en los que se leía No a la cadena perpetua, Presos con enfermedades graves a casa -en referencia a los 15 reclusos en esta situación- y Euskal presoak Euskal Herrira. Les seguía una pancarta con un largo lema en euskera: Para que no vuelva a suceder, terminar con las medidas de excepción. Derechos humanos. Solución. Paz.
Voluntarios con petos azules identificativos de Herrira repartían pegatinas y recaudaban ayudas para los presos, y no había pancartas o banderas visibles, salvo alguna mínima excepción. Tanto el delegado del Gobierno español en la CAV, Carlos Urquijo, como la AVT pusieron esta convocatoria en conocimiento de la Audiencia Nacional, ya que podía incurrir, a su juicio, en un delito de enaltecimiento del terrorismo. Sin embargo, la misma fue autorizada finalmente por el juez porque "el pensamiento no delinque" y "no puede actuarse con carácter preventivo".
"Doctrina del sufrimiento" Los asistentes llegaron sobre las 18.30 horas a la plaza del ayuntamiento, donde miembros de Herrira leyeron un comunicado en el que defendieron el respeto a los derechos humanos y la necesidad de terminar con "las medidas de excepción", ya que mantenerlas es garantía de "consecuencias irreparables". "Es lo que hemos visto en este último mes y lo que ha pasado en los últimos 30 años", señalaron.
Tras afirmar que desde los estados español y francés se aplica "la doctrina del sufrimiento" con el fin de "castigar a la sociedad vasca y tratar de bloquear el camino hacia la resolución y la paz", subrayaron que ha llegado la hora de dar pasos en positivo hacia una paz definitiva porque la actual política penitenciaria sólo genera sufrimiento.