vitoria. Nada apunta a un próximo acercamiento entre los partidos de la oposición y el Gobierno de Iñigo Urkullu en la negociación de los Presupuestos. Así se desprende de las afirmaciones realizadas anoche por el lehendakari, Iñigo Urkullu, quien responsabilizó a estas formaciones de la ausencia de acuerdos, ya que sienten "vértigo a asumir la responsabilidad" que supone gestionar la "cruda" realidad. Urkullu realizó esta afirmación en la entrevista emitida anoche en ETB-2 con motivo de los cien días de su Gobierno.
Buena parte de su intervención giró alrededor de la dificultad que tiene el Ejecutivo que preside en garantizarse el apoyo de algún grupo de la oposición que le permita aprobar los Presupuestos. La primera pregunta de los periodistas, Africa Baeta y Asier Odriozola, sobre si el Gobierno del PNV es débil, ya auguraba los derroteros por los que iba a transcurrir la entrevista. Urkullu, que negó por cierto la debilidad de su Gabinete, se defendió de las acusaciones de los partidos de la oposición, que están amagando con enmendar a la totalidad el proyecto de Presupuestos aprobado por el Gobierno jeltzale. Por el contrario, defendió la "responsabilidad" de su Ejecutivo a la hora de asumir unos presupuestos más exiguos que los deseados por circunstancias le que llegaron impuestas. El PSE, según recordó, convocó las elecciones de octubre porque "sabía" de la merma de ingresos. La ley aprobada en Madrid por PSOE y PP "constitucionalizó" el límite de déficit, obligando a rebajar a la mitad la capacidad de endeudamiento de la CAV. La consecuencia, resumió, es un proyecto de Presupuestos "casi inevitable" que parte con casi 1.200 millones de euros menos.
nuevas condiciones Así pues, defendió que desde el inicio de legislatura su Gobierno atendió la petición de la oposición de no traspasar determinadas líneas rojas. "No cerramos hospitales ni escuelas, no procedemos a privatizaciones, y mantenemos la sanidad y la educación de manera universal y con carácter de excelencia", enumeró. En este punto, señaló que, cuando su Gabinete "ha podido demostrar" que presenta un presupuesto eminentemente "social", formaciones como EH Bildu y el PSE, que en enero se opusieron a la idea jeltzale del recálculo de las previsiones de ingreso, han puesto "ahora" como "condición" que aumente dichos ingresos.
Unas exigencias que, llevadas al límite, podrían abocar a una prórroga presupuestaria. A preguntas de los periodistas, Urkullu reconoció que, en realidad, desde el pasado 1 de enero, su Gobierno está funcionando con las Cuentas de 2012 prorrogadas, y sigue tomando decisiones a diario. De hecho, anunció que, de no tener más remedio que seguir funcionando de esta manera, mediante la prórroga, buscará el "equilibrio" entre ingresos y gastos, y su Gobierno "no gastará más de lo que tiene", esto es, 9.319 millones de euros, lo que "repercutirá" en la acción de su Ejecutivo, admitió.
interrogado a fondo Las preguntas de los entrevistadores, directas e incisivas, hicieron hincapié en la falta de acuerdos con la oposición durante estos cien primeros días de legislatura. Africa Baeta llegó a interrumpir en alguna ocasión el discurso del lehendakari para insistir en el asunto. "No será porque el lehendakari no tenga voluntad de acuerdo, como se ha demostrado desde el debate de investidura", zanjó Urkullu.
Respecto a las posibilidades de alcanzar un acuerdo de estabilidad con el PSE, el lehendakari reprochó a los socialistas que se arroguen el papel de "víctima" por la oposición realizada en la pasada legislatura por el PNV, cuando López tenía la mayoría absoluta gracias a un pacto con el PP. No obstante, trasladó su intención de entablar acuerdos con los socialistas tanto en al aspecto institucional y de lucha contra la crisis como en cuanto a la pacificación.
A este respecto, aseguró que se le hace "difícil visualizar" que ETA realice el gesto definitivo de disolverse mientras siga habiendo presos de la organización en las cárceles.