madrid. El rey abandonó ayer en un coche la clínica La Milagrosa, seis días después de su operación de hernia discal, dispuesto a afrontar una recuperación de varios meses que no le impedirá trabajar en la Zarzuela y afirmó que se encuentra muy bien y no sufre ya ningún dolor. "Gracias a Dios, ya estoy muy bien; no me duele la espalda, ni nada", declaró en respuesta a los numerosos periodistas que le aguardaban ante la clínica y han estado pendientes de su evolución los últimos seis días, a quienes dirigió unas palabras de agradecimiento. Foto: efe