VITORIA. Beltrán de Heredia ha adelantado en una entrevista concedida a Efe los cambios que acometerá en la Ertzaintza por el "nuevo tiempo" surgido en Euskadi desde hace casi un año y medio, cuando ETA anunció el fin de su actividad violenta.
Preguntada por si hay abiertas vías de contacto con ETA para lograr su disolución, ha mencionado las palabras del lehendakari, Iñigo Urkullu, de que "el trabajo discreto es el que tiene que dar resultados", y ha confirmado que "efectivamente hay trabajo" porque el logro de una paz consolidada "es una ocupación y preocupación del Gobierno Vasco y del PNV siempre".
Defiende y cree "necesario" ese trabajo de interlocución que "está haciendo ahora" el Ejecutivo vasco ya que "hay que dar pasos, hay que avanzar" y no comparte la negativa del Gobierno español a dialogar con ETA hasta que no entregue las armas porque "no se puede eludir la realidad". La sociedad demanda que se consolide la paz.
"Haremos todo lo posible, todo lo que esté en nuestra mano para que así sea", ha prometido.
Beltrán de Heredia se ha reunido esta semana con el delegado del Gobierno en el País Vasco, Carlos Urquijo, y con mandos de las Fuerzas de Seguridad del Estado (FSE) para hablar de la polémica surgida desde que pidió en el Parlamento el repliegue de la Policía y la Guardia Civil.
Ha aclarado que no plantea modificar las competencias que desarrollan estos cuerpos de seguridad en el País Vasco porque "no se trata de robar funciones del otro", pero cree que "ni el número de agentes" ni el gasto anual que destina el Estado a su mantenimiento en Euskadi, calculado en unos 500 millones de euros, están justificados.
Ha recordado que en el País Vasco existen unos ratios de número de policías en relación a la población "muy superiores al resto de Europa", por lo que su objetivo es "racionalizar los recursos y dar un servicio eficaz al ciudadano".
Con este fin ya tiene fijada una cita para dentro de unas semanas con el Ministerio del Interior en la que solicitará la convocatoria "inmediata" de la Junta de Seguridad para "hablar de cómo debe ser ese repliegue".
Aunque desconoce si una medida de ese tipo ayudaría a que ETA anunciase su disolución -la pasada primavera la banda terrorista reclamó precisamente la "desmilitarización" de Euskadi- opina que si así ocurre "bienvenido sea". No obstante asegura que esto no es lo que ha "motivado" su petición.
Ahora, su Departamento, al igual que el resto de consejerías, elabora el presupuesto para 2013 con importantes recortes, pero cuenta con un significativo ahorro en la partida destinada a proteger a personas amenazadas por ETA, que ella desea que "desaparezca totalmente en poco tiempo" porque eso significará que ya no hay riesgo alguno.
Respecto a la Unidad Antiterrorista de la Ertzaintza, que ya quedó mermada en la anterior legislatura socialista, la consejera quiere reorientarla para prevenir nuevas formas de crimen organizado, de terrorismo islamista o de grupos como el llamado "Nuevo Grapo".
El Departamento de Seguridad elabora un plan estratégico, con el horizonte en 2016, que prepare a la Ertzaintza para combatir la "globalización" del crimen y la convierta en una "policía próxima, cercana, preventiva e integral".
Esa mayor presencia en la calle evitaría, a su juicio, la "percepción ciudadana" de que la crisis ha hecho crecer la delincuencia.
Matiza que en sus orígenes la Policía vasca también era próxima al ciudadano, pero ETA condicionó "muchísimo sus principios fundacionales" al tener que adoptar una serie de medidas de autoprotección que abrieron "una cierta fractura con la sociedad". Ese aspecto es el que ahora el nuevo Departamento quiere recuperar.