Vitoria. El PSE llevó ayer al Parlamento Vasco la misma propuesta de Ley Municipal que fue recurrida el pasado año por las diputaciones de Bizkaia y Álava, gobernadas por PNV y PP, respectivamente. Y fueron estos partidos los que votaron en contra al considerar que una normativa de este calado necesita un consenso político previo del que la propuesta socialista ha gozado. Similares argumentos empleo EH Bildu para justificar su abstención, lo que dejó al PSE en una solitaria posición que únicamente respaldó Gorka Maneiro (UPyD).

El resultado, más allá de los números reflejados en el panel de votaciones, es una nueva muestra de la incapacidad institucional vasca para acordar este refuerzo normativo de la política local representada por los ayuntamientos vascos. Y pone de manifiesto que para lograr que algún día salga adelante será necesario mucho más trabajo de cocina que el que los socialistas han hecho en esta ocasión.

La ausencia durante el inicio y gran parte del debate del alcalde de la capital de la CAV, Javier Maroto, no dejaba duda alguna sobre el escaso interés derivado de las inexistentes posibilidades que tenía la propuesta socialista de salir adelante.

El parlamentario del PP encargado de defender la postura de su bancada en este punto, Borja Sémper, describió el devenir de este proyecto por las instituciones vascas como "la historia de un fracaso".

Pero la más vehemente en su discurso fue la dirigente del PNV Ana Otadui, quien además de apostar por el consenso previo para avalar la puesta en marcha de una iniciativa de esta envergadura, afeó al PSE la presentación de su proyecto sin esperar a que el nuevo Gobierno Vasco haya presentado su calendario legislativo. Un paso adelante que el Gabinete Urkullu pretende ejecutar de forma paralela a las inminentes conversaciones con las demás fuerzas representadas en el arco parlamentario, un foro idóneo, en opinión de Otadui, para poner en común las diferentes opiniones sobre leyes como la que afectará a los consistorios de la CAV. Junto a esta visión de futuro, la aforada jeltzale también echó la vista atrás para recordar que el exsecretario de Presidencia, Manu Salinero, admitió en su día que la presentación en sede parlamentaria de esta propuesta de Ley Municipal llegaba sin consenso previo y solo habiendo sido compartida con el PP, entonces socio preferente del Ejecutivo de Patxi López. Además de Otadui, Dani Maeztu (EH Bildu) también recordó a Salinero e incluso citó sus palabras cuando aconsejó que habría que "respetar los tiempos y las formas".

Pastor, con la batalla perdida en el electrónico de la Cámara, defendió el trabajo completado por el anterior Gobierno Vasco y advirtió de que la intención de su grupo no era en la jornada de ayer discutir la Ley Municipal, sino debatir si existían "bases para poder discutirlo" en el Legislativo autonómico durante los próximos meses.