barcelona. El líder de CiU en el Congreso, Josep Antoni Duran, admitió ayer que su partido "quizá no acertó la lectura de la expectativas generadas" tras la manifestación de la Diada y el rechazo del Gobierno al pacto fiscal.

En su carta web semanal destacó que él no estaba "tan equivocado" cuando dijo que no todo el mundo que asistió a aquella protesta era partidario de la independencia de Catalunya.

El dirigente democristiano dijo que la manifestación, aparte de independentistas, aglutinó personas que simplemente estaban cansadas con el trato del Estado a Catalunya, pero sin apostar por la ruptura, e incluso ciudadanos "enfadados" con los recortes de CiU.

"tocado" Admitió que el resultado electoral le dejó "tocado" porque, cuando se convocaron elecciones tras la Diada, creyó que CiU podía lograr la mayoría absoluta, una sensación que fue disminuyendo a medida que se acercaban los comicios. Duran también reconoció que nadie en CiU esperaba quedar por debajo de los 62 diputados, pero destacó que la victoria electoral fue amplia respecto a las otros partidos políticos: "Somos, por mucho la primera fuerza política". El democristiano argumentó que, además, la huelga general, la "eclosión" del problema de los desahucios y la polémica sobre las presuntas cuentas en paraísos fiscales alteraron la campaña que un principio había diseñado la federación nacionalista.

Duran señaló a ERC y al PSC como socios factibles para gobernar en los próximos cuatro años, pero advirtió de que la investigación de una presunta trama de corrupción en Sabadell "aporta dificultades a un posible entendimiento" con los socialistas, aunque respeta el principio de inocencia para el alcalde de Sabadell (Barcelona), Manuel Bustos, y el diputado del PSC, Daniel Fernández, así como para el resto de imputados en la presunta trama de corrupción urbanística, añadió la carta web.

En una entrevista a Onda Cero, el líder de CiU en el Congreso avisó de que no aceptarán la dimisión del ahora presidente en funciones Mas como moneda de cambio para lograr acuerdos postelectorales.