París. ETA se planteó reclamar 12 millones de euros en un periodo de diez años a Mondragón Corporación (MCC) dentro de sus operaciones de extorsión, según documentos encontrados al ser arrestados en Francia el 3 de octubre de 2004 los dirigentes de la banda Mikel Albisu, Antza, y Marixol Iparraguirre, alías Anboto.

El comandante de policía de la Subdirección Antiterrorista (SDAT), Stéphane Durey, explicó ayer ante el Tribunal de lo Criminal de París que juzga a Albisu e Iparraguirre, que esos planes figuraban en uno de los múltiples documentos requisados en la casa rural de Salies de Béarn donde residía al ser arrestada esta pareja con su hijo.

El experto antiterrorista contó que, a la vista de un paquete de 144 cartas para reclamar el llamado impuesto revolucionario que se encontraron en un vehículo abandonado en Francia por unos etarras en diciembre de 2003, las cifras reclamadas solían situarse en una horquilla de entre 15.000 y 200.000 euros.

Durey puso el acento en que, a partir de los elementos a disposición de la policía, quedó claro que Antza fue el "jefe político" de ETA desde 1992 y hasta su captura, mientras que su pareja Iparraguirre, Anboto o Baltza, ejerció como "responsable financiera" desde comienzos del año 2000. Esta última -indicó- no sólo gestionaba la contabilidad de ETA, sino que "controlaba los recursos" y "se implicaba particularmente en las operaciones de extorsión".