"Nos basta y nos sobra la ley para liquidar las últimas estructuras de ETA"

Fernández Díaz vuelve a insistir en que ni negocia ni negociará con la banda

El ministro ensalza el Pacto Antiterrorista y la Ley de Partidos en la gestión del final de la organización armada

j. arretxe

Donostia. "La estrategia para la liquidación definitiva de ETA está escrita, por tanto, en la ley, que es el lenguaje común de todos los Estados de nuestro entorno". El ministro del Interior español, Jorge Fernández Díaz, vuelve a presentar la misma receta para abordar el final de ETA, "una historia de vencedores y vencidos": "El Gobierno ni ha negociado, ni negocia ni negociará jamás con la banda terrorista ETA ni con ninguna otra".

No lo hace porque, según sostuvo en un discurso ofrecido en Granada bajo el título La gestión del final de ETA, al Ejecutivo "le basta y le sobra la ley para liquidar las últimas estructuras de la banda".

"La lucha contra el terrorismo es la defensa del sistema democrático, que es el que reside en la Constitución", aseguró Fernández Díaz, antes de ensalzar el Pacto Antiterrorista que el PSOE propuso al Gobierno Aznar en el año 2000 y que ambos suscribieron o la "pieza decisiva" de Ley de Partidos que aprobaron dos años más tarde.

En un homenaje al fiscal asesinado por ETA hace doce años en la capital granadina, Luis Portero, Fernández Díaz recordó "la plena vigencia" de esa Ley de Partidos, porque "si Bildu, Sortu o cualquier otro grupo que pretende estar al margen de ese marco jurídico han de saber que caerá sobre ellos el peso de la ley".

Según aseguró, estas advertencias que han lanzado los populares en las últimas semanas no son "retórica ni cláusulas de estilo, sino líneas bien precisas que separan el comportamiento democrático de la colaboración terrorista".

En un discurso dividido en tres "pilares" en los que "se debe sustentar la gestión del final del terrorismo de ETA" (perseverancia en la defensa del Estado de Derecho y aplicación de la ley; difusión auténtica del relato de lo sucedido y permanente reconocimiento y obligada gratitud a las víctimas), el ministro dio a ETA por "derrotada con el cumplimiento estricto de la ley y con los instrumentos del Estado de Derecho".

La pugna por el relato El titular del Interior, que agradeció la "cooperación" frente a ETA de su homólogo galo Manuel Valls, basó su intervención en tres pilares, aunque al primero le dedicó el mismo espacio que a los otros dos juntos.

"Con el mismo tesón que hemos combatido sus crímenes, debemos combatir ahora su versión adulterada de la realidad", enfatizó de distintas maneras Fernández Díaz, para "ir más allá de la derrota policial" y lograr "la derrota social", quitando "la careta a los que jalean a los asesinos".

"No toleraremos que se difunda una historia de lo sucedido cimentada en la equidistancia o en la irritante falacia del conflicto, cuya simple mención es tan ofensiva como grosera", aseguró el ministro español", para quien "cuando caiga el telón definitivo de esta amarga tragedia que ha sido ETA, quedará viva en la memoria la imagen de una sociedad que ha sufrido una violencia descarnada de una organización terrorista jaleada por organizaciones delictivas disfrazadas de partidos políticos".

Ante esto, Fernández Díaz consideró que las víctimas de la organización armada "son el relato de lo sucedido. Nunca la sociedad española podrá devolverles lo que perdieron".

Además, aseguró que "es más necesario que nunca demostrar a las víctimas que su dolor ha hecho grande este país, que su sufrimiento no ha sido baldío, sino que ha servido para confirmar la superioridad moral de nuestra sociedad sobre la que han pretendido imponernos matando a nuestros seres queridos".

Porque, señaló Fernández Díaz en un llamamiento a ser "obstinados a la hora de censurar cualquier versión artificial de lo sucedido", "en España no ha habido conflicto ni lucha armada. Ningún etarra se aproxima, ni de lejos, a la dignidad de un soldado y ninguno de ellos merece ser visto como defensor de una utopía".

La viuda de Luis Portero, Rosario de la Torre, y el ministro Jorge Fernández Díaz, ayer, en la Universidad de Granada. Foto: efe