barcelona. A escasos días de que arranque la campaña electoral en Catalunya, el presidente de la Generalitat y candidato de CiU a la reelección, Artur Mas, se está acostumbrando a proporcionar un titular de impacto al día. Si el domingo aseguró que "ni tribunales ni constituciones podrán parar" el proceso soberanista, ayer comparó la relación de España y Catalunya con la situación de un empresa en la que un socio no paga el dinero que debe, no reconoce esa deuda e incumple cuando le conviene las normas mercantiles.

En un desayuno-coloquio organizado por Ediciones Primera Plana-El Periódico de Catalunya, Mas explicó que en el debate soberanista sobre el futuro de Catalunya es lógico que "haya ruido por todas partes", y se mostró partidario de afrontarlo "con argumentos sólidos y con una gran serenidad". "Imaginen -explicó- que en lugar de hablar de una país habláramos de una empresa con un socio que quisiera impugnar sistemáticamente los acuerdos del consejo de administración ante los tribunales, y que, cuando se compromete a aportar capital, no lo hace y, en cambio, lo aporta en otros lugares". "También imaginen que, encima, este socio prescinde de la normativa mercantil cuando quiere, hace inversiones sin criterios de rentabilidad y no quiere pactar el cambio de modelo empresarial cuando se ve que no funciona", añadió.

Según Mas, este mismo socio lleva la contabilidad de la empresa "pero sistemáticamente esconde los resultados, y teniendo en cuenta de que no paga las facturas que debe y que ni siquiera reconoce su deuda, en este contexto, ¿qué haríamos?", se preguntó, antes de apuntar que "seguramente llegaríamos a la conclusión de que habría que actuar y adoptar decisiones".

Por otro lado, el expresidente de la Generalitat Jordi Pujol afirmó que "si ahora hubiese un referéndum sobre la independencia, yo votaría independencia". En declaraciones a la Cadena Ser concluyó que el proceso actual es difícil pero posible.