Vitoria. Si los votos que ayer emitieron los alaveses hubiesen correspondido a unos comicios municipales en lugar de autonómicos, el Ayuntamiento de Vitoria ofrecería una imagen aún más ajustada que la que ya ofrece actualmente, fundamentalmente por el desgaste que manifiesta la lista en la que el alcalde, Javier Maroto, ocupaba el segundo puesto. UPyD, IU-Ezker Anitza, Ezker Batua y Equo se quedarían fuera del Consistorio gasteiztarra al no alcanzar la barrera del 5% del voto válido emitido que fija la LOREG como necesaria epara pasar a la primera línea de la política activa a través de la representación institucional.
En este ejercicio de traslación de datos de los principales partidos, que sigue los parámetros establecidos en la regla D'Hont, el electorado es el mismo que tiene la oportunidad de pronunciarse ante las urnas cuando llega la ocasión de elegir a lo representantes municipales, a pesar de que en algunos casos el marco electoral determine la dirección del voto en un sentido u otro, según se desprende de la variación de resultados. Así, sin olvidar que la distancia que puede marcar un tipo de elecciones de otras puede llegar a ser determinante, en este caso hay un ingrediente que, en cierta forma, atenúa las diferencias frente a las urnas. Y es que el protagonista más destacado de la actualidad municipal, como es el alcalde, también figuraba en este caso en la lista de candidatos entre los que los habitantes de Araba podían elegir el pasado domingo. Concretamente, Javier Maroto compartía junto al líder de la plancha alavesa por el PP, Iñaki Oyarzábal, la labor de concitar el máximo número de apoyos al proyecto conservador.
Con los votos de ayer en la mano, PNV y PSE arañarían un concejal más que los que presentan desde las elecciones municipales del pasado mes de mayo, y eso pese a la notable debacle socialista en la capital alavesa. La principal variación en lo que a representación municipal se refiere residiría en la representación del partido que sostiene el equipo de gobierno en minoría, el PP. Maroto y los suyos perderían dos de sus nueve concejales, que se repartirían entre las formaciones antes citadas. EH Bildu (en los comicios locales la coalición concurrió como Bildu, sin la suma de Aralar) mantendría sus actuales seis ediles. En esta misma línea, los populares abandonarían el liderazgo en beneficio del PNV.
El ejercicio del traslado de votos también puede ampliarse a otras instituciones, aunque en el caso de las Juntas Generales, las tres circunscripciones (Vitoria, Aiara y Tierras Esparsas) que rigen estos comicios dificultan una aproximación fidedigna con unas elecciones como las autonómicas.