Madrid. Unas 3.000 personas se concentraron ayer tarde un día en las inmediaciones del Congreso de los Diputados para pedir la libertad de los 35 detenidos después de los incidentes que se dieron el martes entre la Policía y los manifestantes durante las protestas del 25-S bajo el lema Rodea el Congreso.

Un nuevo momento de tensión se vivió después de que los manifestantes convocados por la coordinadora 25-S que se encontraban pegados a la fuente de Neptuno cruzaran la calle para unirse al resto de congregados junto a las vallas desplegadas por la policía al inicio de la Carrera de San Jerónimo, cortando el tráfico en el Paseo del Prado dirección Atocha.

En torno a las 20.00 horas, los congregados junto a las vallas que impedían el paso hacia la Cámara Baja comenzaron a reclamar al otro grupo que rompieran el cordón policial para unirse ambos sectores, algo que hicieron reviviendo momentos de tensión entre los policías, que no tenían los cascos de antidisturbios en ese momento, y que se quedaron aislados y rodeados entre manifestantes.

Algunos de estos indignados, seguidos por una nube de fotógrafos y periodistas, se encararon con los policías al grito de "no tenemos miedo", "fuera, fuera". Estos respondieron reculando, al tiempo que daban algún porrazo aislado a los manifestantes que más se aproximaban a ellos con tono reivindicativo.

La Policía fue objeto, junto al Gobierno, de la mayoría de los gritos de los manifestantes. Uno de los más repetidos por la multitud es "Los encapuchados son la Policía", en referencia a los sucesos vividos el martes que terminaron con repetidas cargas policiales y el enfrentamiento entre manifestantes y agentes, llevado incluso al interior de la estación de Atocha.

apuesta pacífica En la página web de la organización que se encargó de coordinar el 25-S, se lanzó desde última hora del martes una convocatoria en las redes sociales para volver a la Plaza de Neptuno de Madrid, así como en otros puntos como Barcelona y Zaragoza. La propuesta surgió en una asamblea al final de los altercados de la jornada pasada.

El motivo de esta nueva manifestación es continuar con el proyecto emprendido en la pasada jornada, de protestar activamente contra la "falsa democracia" de forma pacífica, y se han desmarcado de la violencia ejercida por cualquier grupo.

La manifestación del martes en torno al Congreso de los Diputados, que congregó a un variopinto público harto por los recortes y la crisis, sigue levantando ampollas entre la Policía y manifestantes, Gobierno y PSOE e IU. Los 35 detenidos en la protesta pasarán a disposición de la Audiencia Nacional después de haber prestado declaración a lo largo del día de ayer ante la Brigada de Información de la Policía Nacional. La Policía acusará a estos de "delitos contra la Nación", como delitos recogidos en el Código Penal contra los altos órganos de la Nación y la forma de Gobierno, cuya competencia depende de la Audiencia Nacional.

Por su parte, el Gobierno felicitó a la policía por su actuación. La delegada del Gobierno en Madrid, Cristina Cifuentes, calificó de "proporcional" la actuación de la policía en la manifestación. Desde la izquierda, se criticó la "dura y desproporcionada" actuación policial.