Vitoria. "El fin de ETA no hubiera sido el mismo sin el Gobierno de Patxi López". El secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, entró ayer en la campaña vasca con un discurso cargado de elogios hacia la figura del lehendakari y candidato socialista a la reelección, quien demostró de nuevo que el cese de la violencia terrorista y el frente contra los recortes decretados por el Gabinete Rajoy vertebrarán los mensajes electorales de su partido ante la cita del 21-O.

Rubalcaba llegó a Vitoria con el recuerdo aún fresco del apoyo que Patxi López le brindó cuando los socialistas tuvieron que elegir entre el actual secretario general o Carme Chacón para tomar las riendas del partido tras las marcha de José Luis Rodríguez Zapatero. Demostró que no olvida ese respaldo y lo convirtió en recíproco ante la misión de lograr los mejores resultados en las urnas que afronta el líder del PSE.

El que fuera hombre fuerte en el Gobierno de Zapatero enfrentó la práctica de la política que, a su juicio, ejerce Rajoy con el modelo de López. Y reiteró que los resultados que arrojen los colegios electorales vascos también serán importantes para el resto del Estado, puesto que otros gobiernos autonómicos podrían, en su opinión, imitar las posiciones contrarias a las decisiones de Rajoy que confía en que imperen en la CAV.

balance El lehendakari, por su parte, sigue en la misma línea que vincula la oferta electoral socialista con la consecución del fin del terrorismo y la posición de pie en pared que propugnan ante los recortes ordenados desde la Moncloa. En el primer apartado, recordó la existencia de sendos gobiernos socialistas en Madrid en Vitoria cuando ETA cesó en su actividad. "Aunque solo fuera por eso ha merecido la pena", señaló López ante los aplausos de sus compañeros de partido, quienes protagonizaron una peculiar escenografia en el parque de La Florida accediendo al quiosco central a ritmo de batucada y divididos por los tres territorios a los que optan a representar en el Legislativo autonómico.

López rescató la negativa con que la oposición recibió sus propuestas de cambio en la fiscalidad vasca, que a día de hoy controlan las diputaciones, y aseguró que mientras exista un gobierno socialista en Euskadi no se aplicarán los recortes de Madrid.