Bilbao. El PSE no termina de despejar la incógnita sobre sus pactos postelectorales. Las encuestas dibujan un Parlamento de clara mayoría abertzale de modo que, una vez descartada la posibilidad de que socialistas y populares puedan reeditar su Gobierno del cambio, a los constitucionalistas les quedaría pelear por la tercera plaza y aspirar a convertirse en el socio del siguiente inquilino de Ajuria Enea. En esa misma lógica podrían encuadrarse las palabras del portavoz del PSE José Antonio Pastor, quien archivó ayer la experiencia de la entente con el PP al apostar en Radio Popular por forjar acuerdos "transversales". Sin embargo, volvió a considerar "imposible" llegar a acuerdos "de sustancia" con EH Bildu, lo que limitaría su abanico de alternativas al PNV.

El diputado del PSOE Ramón Jáuregui reivindicaba jornadas atrás la posibilidad de un pacto con los jeltzales, aunque López echó por tierra cualquier especulación al asegurar poco después que no se ve yendo de la mano de Sabin Etxea. Pastor tampoco llegó a referirse ayer al PNV de forma expresa. Además, si se tiene en cuenta que el PSE firmó en 2009 un pacto con el PP tras negarlo en campaña, su rechazo a coaligarse con EH Bildu también podría quedar en agua de borrajas tras el 21 de octubre. Bildu y el socialismo han llegado a acuerdos fiscales en Gipuzkoa, y en las últimas jornadas ha trascendido que la izquierda abertzale y el PSE mantienen una vía de interlocución. El contacto entre Urkullu y López es inexistente.

Pastor insistió en resaltar el "abismo" que separaría a su partido de EH Bildu, pero con matices: "¿Hablar con ellos? Por supuesto. ¿Que podamos coincidir en políticas concretas? Aunque el ejercicio de la democracia establece que haya diálogo con todos los que respetan la democracia, y hablaremos, otra cosa muy distinta son los acuerdos políticos".