bILBAO. El intento de EH Bildu de emular al lehendakari Aguirre no ha cuajado entre la clase política. La coalición reunió el fin de semana a los consejeros que integrarían su gabinete en caso de ganar las elecciones, y los fotografió en la balconada del hotel Carlton, sede del primer Gobierno, para evocar el espíritu conciliador del jeltzale y de su Ejecutivo de concentración. El candidato del PNV Iñigo Urkullu, sin embargo, opina que ha pasado por alto una cuestión de peso: Aguirre promovió el primer manifiesto del Gobierno en contra de ETA cuando la organización no había llegado siquiera a constituirse oficialmente. En un artículo publicado en su blog, avisa a EH Bildu de que, para reivindicar a Aguirre, "lo primero que tendría que hacer Laura Mintegi es empezar por rechazar claramente la acción de ETA". Tras recalcar que el PNV "nunca ha entendido ni compartido" la idea de "asesinar en nombre de la patria", recuerda que la banda "nació por una causa crítica con el Gobierno de Aguirre". "La idea de libertad y de democracia que pudiesen tener el lehendakari y Laura Mintegi se parecen como la noche al día", remacha.

Urkullu se retrotrae al primer Congreso Mundial Vasco, organizado por Aguirre en 1956. En aquellos tiempos se incubaba ya una escisión en Euzko Gaztedi, que daría lugar a ETA y, ante ese horizonte, el lehendakari pidió a Jabier de Landaburu que elaborara un manifiesto para el cónclave. Landaburu se inspiró en Sofía Scholl, decapitada por los nazis, para exigir "que nadie crea que las ideas se matan con las armas".