Donostia.El preso de ETA Iosu Uribetxebarria, que padece un cáncer en faseterminal, decidió ayer dejar la huelga de hambre en la que se habíadeclarado hace dos semanas. El portavoz de Herrira Jon Garai dio aconocer por la mañana esta "decisión personal" del recluso "por laextrema debilidad de su estado de salud" y porque "prioriza su vida".

Segúnexplicó Garai en la puerta del Hospital Donostia, adonde acudieron amostrar su apoyo al preso el diputado de Medio Ambiente de Gipuzkoa,Iñaki Errazkin, así como Donostiako Piratak, comparsas de Bilbao,blusas y neskas de Gasteiz, y de peñas de Iruñea, Uribetxebarria "dejóclaro desde el principio que su huelga de hambre era una reivindicaciónpara pedir su libertad", algo que "ha dificultado su diagnóstico".

Trasesta decisión, que la izquierda abertzale valoró como "una muestra dela defensa del derecho a poder vivir con dignidad", fuentespenitenciarias filtraron que 15 presos, entre los que estarían ArnaldoOtegi y el que fuera dirigente de ETA Francisco Garmendia, Pakito,habrían abandonado el ayuno. A primera hora de la tarde, fuentes deHerrira, plataforma de la que doce miembros continúan con la huelga dehambre, no pudieron "ni confirmar ni desmentir" a este diario estasinformaciones.

Hacia las 19.00 horas,la asociación de familiares de presos de ETA Etxerat dio a conocer que558 reclusos, "la gran mayoría" en huelga de hambre indefinida,proseguían "en lucha" para reclamar la libertad de los presos conenfermedades graves. La asociación confirmaba mediante un comunicadoque diez de ellos habían cesado el ayuno por su estado de salud.

Sobre la situación judicial del caso Uribetxebarria apenas hubo novedades. Según dio a conocer El Paísen su edición de ayer, Instituciones Penitenciarias, dependiente delMinisterio del Interior, habría facilitado ya toda la informaciónadicional que reclamaba el fiscal del juzgado de VigilanciaPenitenciaria. A partir de ahí es el turno de la clínica forense de laAudiencia Nacional, que según fuentes jurídicas citadas por la agenciaEfe, podría tener listo su informe sobre la situación deUribetxebarria hoy mismo. Este documento servirá al fiscal para tomaren varios días una posición definitiva sobre la libertad condicionalque propuso Interior el pasado viernes y el propio juez titular JoséLuis Castro.

Serpiente de verano Elsecretario general de Instituciones Penitenciarias, Ángel Yuste,reconoció ayer que, pese a las dudas de la Fiscalía, la enfermedad quepadece Uribetxebarria "no puede ser tratada en la cárcel". Negó ademásen Onda Cero que, pese a las acusaciones de sectores del PP y de mediosconservadores, se esté dando al preso un "trato de favor". Yustedeclaró que "lo razonable, si hemos de velar por la vida y por laintegridad de los reclusos -por abyectos y criminales que nosparezcan-, es el traslado al hospital de San Sebastián porque allí sele operó y se le trató".

Se trata deuna tesis similar a la de la portavoz del Gobierno vasco, Idoia Mendia,que declaró que "la legislación penitenciaria española es clara en estacuestión. Cuando una persona está enferma y en un grado ya muyavanzado, y tiene un lugar donde le pueda acoger su familia, parecerazonable que puedan cumplir el resto de la pena que les queda en ungrado de vigilancia, pero en libertad".

El presidente del PP en la CAV, Antonio Basagoiti, denunció en RNE que el caso Uribetxebarriaes "una serpiente de verano en todas sus acepciones de serpiente, porparte de ETA, y de verano, por parte de la campaña en la que queríanaunar a su elector más duro de cara a la convocatoria de eleccionesautonómicas en un momento en el que habían perdido bastanteprotagonismo en la sociedad vasca".

Reagrupados ElColectivo de Presos Políticos Vascos (EPPK) difundió un comunicado enel que considera que el caso de Iosu Uribetxebarria constituye elreflejo de la política penitenciaria del Gobierno español, al tiempoque afirma que ha llegado "el principio del fin" de dicha estrategia.En el comunicado, que difunde hoy Gara, los reclusos expresansu solidaridad con Uribetxebarria y aseguran que "es tiempo de lucha".Advierten de que, aunque ha llegado "el principio del fin" de lapolítica penitenciaria del Ejecutivo, "no son tiempos fáciles niagradables", y exigen ser reagrupados en Euskadi para poder hacer su"aportación al proceso".