Bilbao. El consejero de Interior, Rodolfo Ares, se revolvió ayer contra las múltiples voces que acusan a su Departamento de inacción en la resolución del caso Cabacas y aseguró que "seguiremos haciendo lo que nos corresponde, que es colaborar con la Justicia en todo aquello que se nos requiera". El dirigente socialista se pronunció en estos términos un día después de que el fiscal superior del País Vasco, Juan Calparsoro, afirmara que "esto no puede quedar en nada" porque "está claro que, al margen del tema penal, aquí ha habido una muerte indebida e injusta". Aunque fuera en términos generales, Calparsoro expresaba así su deseo de que la investigación concluya "cuanto antes" y reclamaba que la muerte de Iñigo Cabacas por el disparo de una pelota de goma de la Ertzaintza tenga "consecuencias".

La lentitud del proceso judicial tiene como consecuencia que, si la jueza encargada del caso aprecia ilícitos penales tras el fin de las investigaciones, el juicio no se celebrará hasta 2013 -Juan Calparsoro dijo esperar que la fase de instrucción concluya antes de Navidad-.

"Campaña repugnante" Han sido diversas las voces que vienen acusando al Departamento de Interior de no hacer todo lo que está en su mano para que se clarifiquen las circunstancias de esta muerte, así como para que se asuman responsabilidades. Es el caso de la abogada de la familia, Jone Goirizelaia, o del Ararteko, que el pasado martes insistió en que aún no tiene el atestado policial de la noche de autos. Sin embargo, pese a estas acusaciones, Ares se mantuvo ayer firme en sus posiciones y atribuyó las críticas a "campañas absolutamente repugnantes de instrumentalización de esta lamentable e irreparable muerte".