barcelona. Un 51,1% de los catalanes apoyaría la independencia de Cataluña, según la última oleada del Centre d'Estudis d'Opinió de la Generalitat. A primeros de 2011 eran solo un 42,9%. La situación económica de Catalunya, con el problema añadido del déficit fiscal ha influido en el crecimiento de los movimientos soberanistas en esa comunidad autónoma, según las fuentes consultadas por este periódico. El recién aprobado pacto fiscal catalán, según Pere Enciso, decano de la facultad de Economía y Derecho de la Universitat de Lleida, "nos iría muy bien ahora para controlar lo que se recuda y se gasta". Y es que Cataluña reclama mayoritariamente un nuevo modelo fiscal que pase por una mayor autonomía. "Las encuestas cifran en torno a un 78% el apoyo de los catalanes al pacto fiscal aprobado", incide Joan Guitart i Agell, quien fuera consejero de Educación y Cultura de la Generalitat y parlamentario de Convergència.

"Hay una creciente mayoría de catalanes que reclaman un nuevo estatus para Catalunya que acabe con ese desajuste entre lo que se recauda y lo que se recibe", declara Gorka Knörr, director del Institut Català de les Empreses Cultural.

"En realidad los movimientos a favor de una mayor soberanía vienen de lejos. En 2006, cuando se rechazó el Estatut catalán el movimiento popular a favor de la independencia comenzó a crecer", explica Salvador Cardús, profesor de la Universitat Autònoma de Barcelona. "La sentencia del Tribunal Constitucional en contra de ese Estatut ha incrementado el movimiento".

Según este profesor de Sociología, "todas las encuestas, incluso las de los periódicos que no son afines a ese independentismo demuestran que cada vez tiene más apoyo". Cardús cree que "aunque el movimiento no arranca con la crisis es cierto que la dificultad de lograr financiación propia ha provocado su expansión".

Pero desde Catalunya perciben que el Estado no será proclibe a una mayor autonomía catalana. "Es un debate político, pero parece que el PP mantiene más bien una línea centralista", define Enciso. "Se calcula que entre 1986 y 1998 la aportación de Cataluña al Estado triplicó la de los fondos europeos. ¿Cómo va a renunciar a eso España?" se pregunta Cardús. "El problema está ya planteado y el movimiento crecerá", cree Guitart i Agell. "Si el pacto fiscal se rechaza, como parece, se tomará alguna decisión importante" estima Cardús.