Barcelona. El Parlamento de Cataluña aprobó ayer, con los votos de CiU, ICV-EUiA y ERC, un apoyo tibio del PSC (que no suscribió el núcleo duro de la propuesta) y la abstención del PPC en aspectos puntuales, la reclamación de un pacto fiscal que dotaría a Cataluña de un modelo similar al Concierto económico.

Justo un día después de que la Generalitat revelase que se acogerá al fondo de liquidez autonómico, considerado como un rescate, el Parlament celebró el pleno extraordinario para aprobar la propuesta de financiación que el Govern de Artur Mas deberá negociar en los próximos meses con el Ejecutivo central.

Cataluña reivindica así un "cambio de modelo" con respecto a los sistemas aplicados desde el restablecimiento de la democracia, con el fin de alcanzar la "plena capacidad de decisión sobre todos los tributos" que pagan los catalanes.

Así pues, el Parlament emitió un mandato al gobierno de la Generalitat para iniciar este mismo año la negociación con el Ejecutivo central de un modelo que contemple que la gestión de todos los tributos corresponde a la Agencia Tributaria de Cataluña, como "única administración responsable" de esos impuestos.

Esta hacienda propia, comparable a la que prevé el sistema de Concierto económico vasco, "debería colaborar administrativamente" con "otras administraciones de carácter local, estatal y europeo, especialmente en la lucha contra el fraude".

La Generalitat deberá disponer, según la propuesta, de "plena capacidad normativa y responsabilidad fiscal sobre todos y cada uno de los impuestos soportados en Cataluña", asegurando el principio de "progresividad fiscal" en el sistema impositivo. Otra de las grandes novedades del modelo es que la aportación catalana al Estado para pagar los servicios que presta en Cataluña y para contribuir a la solidaridad interterritorial será acordada de manera bilateral y revisada cada cinco años.

Apoyo parcial El texto final aprobado es fruto del acuerdo principalmente entre CiU, ERC y también ICV-EUiA, mientras que el PSC se quedó en un apoyo parcial a la propuesta. De los once preceptos del texto sometidos a votación, el PSC votó a favor de siete y se abstuvo en cuatro, pero justamente son estos cuatro puntos los que representan el núcleo duro del nuevo modelo, porque lo equiparan en la práctica al concierto económico.

Desde las filas socialistas no se escondía cierto malestar con ERC, a la que acusan de haber enmendado el punto de la propuesta inicial del Govern referido a la Agencia Tributaria para evitar que el PSC se sumase; de hecho, el portavoz parlamentario del PSC, Miquel Iceta, hizo constar ante el pleno que la voluntad de amplio acuerdo por parte de algunos "no era total".

Por su parte, aunque la líder del PPC, Alícia Sánchez-Camacho, había dado a entender que su partido se abstendría a la propuesta, al final hubo algunos puntos en los que votó en contra, exactamente los cinco referidos a la Agencia Tributaria de Cataluña y a la aportación catalana a la solidaridad.

En su intervención ante el pleno, el presidente de la Generalitat, Artur Mas, sentenció que el modelo supone un cambio "de 180 grados respecto a los últimos 30 años".