MADRID. Así lo han esgrimido sus abogados defensores en una vista celebrada este jueves ante la Sala de lo Penal del Supremo para revisar la condena que dictó hace un año la Audiencia Nacional por un delito de colaboración con organización terrorista con la eximente de "miedo insuperable". También se les impuso una multa de 7.500 euros y una pena de inhabilitación absoluta de dos años y nueve meses.

Las defensas han reconocido que Blanca Bruño firmó la constitución de Auskerahera Guztiak, una agrupación electoral surgida en 2005 que fue ilegalizada por el Tribunal Supremo por estar supeditada a ETA-Batasuna, y que su hermana Isabel fue candidata por la ya ilegalizada Euskal Herritarrok en las elecciones municipales de 1999.

Sin embargo, han sostenido que este hecho no implica que colaboraran con ETA ni que conocieran "los cauces habituales para contactar" con la organización terrorista para pagar los 6.000 euros que se les atribuye.

En este sentido, han mostrado su rechazo a la utilización de vías violentas y han apuntado que su familia fue víctima de la extorsión terrorista desde que su padre, entonces alcalde de Usurbil, se negó a ceder ante el chantaje de ETA cuando recibió una carta de extorsión en los años 80.

CITAR LOS PAGOS ERA CITAR EL DEMONIO

"La extorsión de ETA ha marcado a la familia y ha sido silenciada por no citar al demonio, por decirlo de alguna manera. Es difícil que con esos antecedentes colaboren o tengan afinidad ideológica con la banda", han destacado sus abogados.

Los letrados han expuesto que sus clientes recibieron dos cartas en los años 2003 y 2006 con la "ceremonia y el delirio retórico propio de la extorsión" terrorista y que este lenguaje con "apariencia de normalidad" figuraba también en la misiva incautada al que fuera jefe de ETA, Javier López Peña, 'Thierry', en la que se expresaba el agradecimiento a las condenadas por el pago de esa cantidad.

Dicho esto, han afirmado que el pago no se acreditó y que el movimiento sospechoso de 7.000 euros detectado en las cuentas de la empresa familiar obedeció a una "compra de marisco", que resultó frustrada y cuyo dinero luego repusieron.

"Ni mi cliente ni su hermana han pagado a ETA pero, en el caso hipotético de que se hubiera producido, sería inasumible otra conducta", ha aseverado la abogada de Blanca Bruño, para poner de relieve que la "situación de miedo era totalmente acreditada e insuperable".

PRUEBAS ABUNDANTES Y MULTA PROPORCIONADA

Por su parte, la Fiscalía ha reclamado a los magistrados del alto tribunal que confirme la sentencia de la Audiencia Nacional habida cuenta de la "abundante" prueba practicada que goza de la "entidad suficiente" para enervar su presunción de inocencia.

El representante del Ministerio Público ha considerado "razonable" y "lógica" la tesis de la Audiencia y ha añadido que su asociación a las candidaturas abertzales no fue un "reproche" sino un elemento que revelaba "su proximidad con ETA para establecer los contactos oportunos".

Por último, ha negado que la multa impuesta fuera "desproporcionada" y "excesiva" a tenor de su patrimonio y ha concluido que la intención de las hermanas Bruño de ayudar a ETA es "consustancial" a la propia entrega de dinero.