GASTEIZ. Este encuentro se enmarca en los programas de reinserción de terroristas y presos por crimen organizado del Ministerio de Interior, que incluyen reuniones entre víctimas y victimarios.
Consuelo Ordóñez, que explicará el sábado en una rueda de prensa en Gastaiz sus impresiones del encuentro de mañana, fue quien solicitó la reunión con Lasarte, condenado a casi 400 años de prisión por su participación en siete asesinatos, entre ellos el del político guipuzcoano.
El asesinato del concejal y parlamentario Gregorio Ordóñez se produjo el 19 de enero de 1995, cuatro días después de que fuera designado candidato del PP a la Alcaldía de Donostia.
Ese día, recibió un tiro en la nunca cuando comía con otras tres personas en el bar "La Cepa" de la capital donostiarra, entre ellas la que más tarde fue dirigente del PP vasco María San Gil, que entonces era la secretaria de Ordóñez.
Valentín Lasarte, condenado a 30 años como cooperador necesario de este asesinato, fue quien vio entrar al concejal a este local de la Parte Vieja donostiarra y, tras cerciorarse de que se sentaba a comer, avisó a los miembros del comando, uno de los cuales lo mató.
También fue condenado a 82 años de prisión por su participación en el asesinato del abogado y político socialista Fernando Múgica, en febrero de 1996, así como por el asesinato del empresario donostiarra José Antonio Santamaría, y por el de Enrique Nieto, jefe de la policía judicial de Donostia, entre otras causas.
Lasarte fue uno de los primeros presos de la organización terrorista que se alejó de la disciplina de ETA y en enero de 2010 fue expulsado del colectivo de presos de la organización.
Un año más tarde fue trasladado a la cárcel alavesa de Nanclares de la Oca.
En una reciente entrevista con Efe, Consuelo Ordóñez explicó que decidió entrevistarse con Valentín Lasarte para que le pida perdón, aunque no cree en su arrepentimiento por la actitud "evasiva" que mantuvo "juicio tras juicio" con el fin de encubrir a su compañero de comando.
Consuelo Ordóñez también se ha mostrado crítica con la denominada "vía Nanclares" para la reinserción de los presos etarras ya que para ella no se puede llamar "perdón" o "arrepentimiento" al mero hecho de poner una equis en el cuestionario que se presenta a los reclusos de la organización terrorista.
REUNIONES PREVIAS Ésta es la segunda reunión entre víctimas y presos de ETA que se celebra en la cárcel alavesa de Zaballa, dentro del plan de reinserción puesto en marcha por el Ministerio del Interior.
La anterior tuvo lugar el pasado 15 de junio, cuando Roberto Manrique, que sobrevivió al atentado de ETA de Hipercor en 1987, se entrevistó con el autor material de esa masacre, Rafael Caride Simón, y salió satisfecho del encuentro ya que, aunque el recluso no le pidió perdón, le mostró su sentimiento de culpa por el daño causado.
Este tipo de citas han sido criticadas por algunas víctimas que consideran que sólo sirven para "humanizar" a los presos etarras, pero el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, las ha defendido porque, a su juicio, pueden servir para que los terroristas sean mejores personas que cuando entraron en prisión.