EL escándalo por los gastos de los viajes a Marbella en fin de semana que Carlos Dívar cargó al presupuesto del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), órgano que preside, estalló el 8 de mayo tras la denuncia presentada ante la Fiscalía por el vocal del máximo órgano de gobierno de los jueces José Manuel Gómez Benítez.

Nunca antes un miembro del CGPJ había denunciado a su presidente por una presunta malversación de fondos públicos, y aunque ni la Fiscalía ni el Tribunal Supremo -que también preside- han visto delito en los hechos denunciados, la dimensión alcanzada por el asunto ha colocado a Dívar en la incómoda situación de hacer frente a la petición de dimisión de varios vocales, lo que le abocará definitivamente a abandonar el cargo.

Gómez Benítez denunció a Dívar ante la Fiscalía por malversación de caudales públicos, acusándole de cargar al CGPJ cerca de 28.000 euros por una veintena de viajes realizados a Marbella entre noviembre de 2008 y marzo de este año. El presidente del Poder Judicial contestó al día siguiente en un comunicado asegurando que se hizo cargo de sus gastos personales y que los cargados al Consejo estaban "perfectamente" justificados y documentados. El Tribunal Supremo abrió asimismo diligencias para investigar si hubo delito.

Sin embargo, la Fiscalía archivó la denuncia el 21 de mayo al no apreciar ningún reproche penal en la actuación de Dívar. En un pleno extraordinario celebrado el día 24 se produjo un cruce de peticiones de dimisión: cuatro vocales reclamaron que Dívar dejara el cargo, y otros siete hicieron lo propio con el denunciante. Le reprochaban que no hubiera informado al CGPJ antes de acudir a la Fiscalía.

La asociación Preeminencia del Derecho interpuso una denuncia ante el Supremo el día 29 por estafa, apropiación indebida o malversación de caudales públicos. Dicha denuncia fue inadmitida en menos de 24 horas. Dívar compareció por primera vez ante los medios el día 31 del mes pasado. Aseguró tener la conciencia "absolutamente tranquila" y que no cometió ninguna irregularidad. Tampoco se planteó dimitir en ningún momento.

A principios de mes se promovió una solicitud para que Dívar compareciera en el Congreso, pero fue desestimada. El Tribunal Supremo rechazó a su vez la querella contra Dívar el 13 de junio. Las peticiones de dimisión impulsadas por vocales del CGPJ abocaron al presidente a convocar un pleno. Celebrado ayer, el mismo supuso la antesala de su salida del cargo.