vitoria. En política, suele ser habitual -y a veces incluso eficaz- aquello de hacer de la necesidad virtud. La andanada que Confebask lanzó el jueves al Gobierno Vasco, hablando de la necesidad de un "gobierno fuerte" para hacer frente a la actual situación económica, añadía un punto importante de desgaste a la situación de soledad que atraviesa el Ejecutivo de Patxi López tras la ruptura de su acuerdo con el PP. La patronal vasca se sumaba, al menos implícitamente, al coro de voces políticas que reclaman al lehendakari la convocatoria de elecciones anticipadas. Pero esa andanada puede convertirse también en un punto de apoyo para López y para su estrategia de acentuar el perfil más social y de izquierdas de su discurso. Al menos esa fue la sensación que transmitió durante el acto político que el lehendakari protagonizó ayer por la tarde en Gasteiz junto al secretario general del PSE-EE alavés, Txarli Prieto. "Aquí tiene que pagar más, quien más tiene y no al revés como proponen ellos", fue alguna de las perlas que López dedicó a la patronal.
Y eso, pese a que el presidente de Confebask, Miguel Ángel Lujua, salió a la palestra de mañana -a través de su blog- para matizar sus palabras y subrayar que "en ningún momento" reclamaron un adelanto electoral "entre otras cosas porque pedir un adelanto electoral ni nos corresponde, ni tenemos competencias para solicitarlo". Una aclaración que llegaba horas después de que el portavoz parlamentario del PSE, José Antonio Pastor, compareciera en rueda de prensa para preguntar a Lujua "qué garantías tiene de que un adelanto electoral vaya a tener como resultado un Gobierno más fuerte que el actual" y lamentar que Confebask "se haya dejado llevar por los argumentos simples que emplean partidos con urgencias electorales". "Si la junta directiva de Confebask quiere hacer política, les recomiendo vivamente que se presenten a las elecciones en alguna lista electoral que, no tengo ninguna duda, les acogerá con los brazos abiertos", añadió. Lo cierto es que, a pesar de las explicaciones de Lujua, la misma interpretación que hizo el PSE de sus palabras había hecho también el PNV. La crítica de Pastor era dura, pero la auténtica bofetada llegó a la tarde. Txarli Prieto abría fuego en Gasteiz afirmando que "la plana mayor de Confebask parece la plana mayor del EBB de un tiempo lejano". Pero fue el lehendakari el encargado de pasar de la refriega política a la estrategia y la dialéctica ideológica, en una clara clave electoral. "No vamos a privatizar los Servicios Públicos para que algunos hagan negocio con las necesidades de todos y no vamos a cargar en las espaldas de los que menos tienen el peso de la crisis -advirtió-. Aquí tiene que pagar más, quien más tiene y no al revés como proponen ellos". Así, concluyó sobre la propuesta económica de Confebask que es "absolutamente injusta y de insolidaridad y no es el camino que el Gobierno va a recorrer".