Vitoria. Algunos han especulado con que ETA podría dar un paso más tras el cese de sus actividades coincidiendo en el tiempo con las próximas elecciones autonómicas, una previsión que no casa con la que manejan los expertos en la lucha antiterrorista de la Guardia Civil. Según adelantó ayer la Cadena Ser y confirmó después el propio ministro del Interior, informes policiales advierten de que la organización armada no se va a disolver, aunque la decisión de cese definitivo de la lucha armada anunciada el pasado 20 de octubre es "firme e histórica". Los informes, que se encuentran en manos del Ministerio del Interior desde la semana pasada, explican que la cúpula de la banda ha iniciado un debate interno entre todos sus militantes para que voten la decisión de la dirección de cesar la lucha armada de forma definitiva. El debate tiene que estar concluido antes de que finalice el año.

El proceso de debate se puso en marcha con la distribución de una ponencia oficial entre los miembros de la banda. Concluido ese reparto, que debía acabar en mayo, estaba previsto, a partir de este mes, pasar a las siguientes fases con la elaboración de aportaciones y enmiendas con las que se redactaría el documento final que volvería a ser reenviado a los activistas para que se pronunciaran sobre el mismo. Esta última etapa tendría lugar ya a finales de 2012, por lo que las conclusiones podrían conocerse al inicio de 2013. En ese debate toman parte de forma exclusiva los militantes de ETA.

El objetivo de la discusión abierta sería ratificar la decisión anunciada hace siete meses cuando la cúpula de la banda dio a conocer la renuncia definitiva a la violencia. Aquella decisión, al igual que la tregua de enero del pasado año, fue adoptada por la dirección de la organización tras consultar a un reducido número militantes, pero sin conocer la opinión de la mayoría de los activistas. Ahora, los máximos responsables de ETA habrían buscado obtener respaldo para la decisión del pasado mes de octubre y para eso ha puesto en marcha el debate.

Los expertos en la lucha antiterrorista concluyen que ETA no se va a disolver y que la organización armada se reserva la negociación de las "consecuencias del conflicto", es decir, la entrega de las armas y una salida para los presos, mientras que a la izquierda abertzale le designa para negociar lo que ellos califican "las causas del conflicto", es decir la estrategia política. No obstante, la Guardia Civil señala en los documentos que la decisión de ETA de abandonar la lucha armada no tiene vuelta atrás, ya que la cúpula ha asumido la decisión "de que esto está acabado y de que no hay marcha atrás a día de hoy". Es más, en este momento, los expertos en la lucha antiterrorista no tienen ningún indicio de que la banda vaya a retomar las armas.

Jorge Fernández Díaz, por su parte, en declaraciones a los periodistas tras participar ayer en un desayuno informativo en Barcelona con la presidenta del PP catalán, Alicia Sánchez-Camacho, subrayó que la organización armada está derrotada políticamente y que solo queda que se disuelva "por las buenas o por las malas".

"Conozco esos informes y ETA considera que le es más útil mantener esa estructura diezmada que tiene en la clandestinidad", admitió el ministro del Interior en declaraciones recogidas por Europa Press. Fernández Díaz señaló que si no se disuelven voluntariamente el Estado de Derecho les obligará: "Hoy por hoy ETA no está por la disolución incondicional, por eso la Policía y los tribunales siguen actuando".