Gasteiz. El Gabinete de Patxi López vivió ayer en el pleno del Parlamento de Vitoria su primera derrota legislativa desde que su socio preferente del PP le dejara hace ahora un mes colgado de la brocha al retirarle su apoyo y dar por roto el pacto de gobierno que unía a populares y socialistas.

La ley de Juventud y la ley de Vivienda han sido los dos últimos proyectos estrella del programa legislativo del Gobierno López que han quedado en vía muerta después de que el PSE se haya quedado sin apoyos. Estos dos reveses, que dejan al Gobierno en una delicada situación parlamentaria y neutraliza su capacidad legislativa, contribuyeron a alimentar la hipótesis de un adelanto electoral a la vuelta del verano.

El proyecto de Juventud fue ayer devuelto al Gobierno por la mayoría de la Cámara vasca y el segundo, aprobado en Consejo de Gobierno esta misma semana, no verá finalmente la luz al no haber conseguido el Ejecutivo socialista ningún apoyo político que le permita sacarlo adelante y, además, por no tener tiempo material para su trámite parlamentario antes de la suspensión del período de sesiones el próximo 30 de junio y ante la previsible disolución del Legislativo vasco a la vuelta del verano.

El Parlamento permanece cerrado durante los meses de julio y agosto, a menos que la propia Cámara habilite estos meses para trámites legislativos de urgencia, aunque ningún grupo está dispuesto a abrir esta prórroga.

La derrota parlamentaria que vivió ayer deja ya al Gobierno López, al que todas las fuerzas políticas dan por finiquitado, prácticamente en tiempo de descuento y ante el riesgo de perder una votación tras otras al haberse quedado sin el sustento del PP y sin margen para arbitrar nuevas alianzas a la hora de sacar los numerosos proyectos legislativos que se le han quedado en el cajón, que son más de la mitad del medio centenar que contemplaba en el decálogo de su programa legislativo.

La Ley Municipal ha sido un buen ejemplo de ello, pero también la ley de Vivienda, que llegará al Parlamento sin ningún otro apoyo político que garantice su entrada en vigor, y la ley de Juventud, que la Cámara vasca devolvió ayer a los corrales al quedarse en el PSE solo en su defensa, con la abstención del PP -formación que por primera vez le dejó colgado al Gobierno en un proyecto de ley- y el rechazo de PNV, Aralar, EA e IU, es decir, toda la oposición en bloque. El resultado de esta votación supone que el Gobierno Vasco tiene que rehacer el proyecto para volver a presentarlo a la Cámara.

Tras la votación, la consejera de Cultura, Blanca Urgell, se mostró muy decepcionada, sobre todo con la actitud del PP, formación a la que reclamó que explique "su cambio de actitud en el último momento", después de haber estado tres años "trabajando codo con codo" con su departamento para elaborar la ley. "No hay ninguna explicación, salvo que para algunos partidos es el momento de la legislatura de poner palos en la rueda del Gobierno", indicó la titular de Cultura.

Por su parte, la popular Mari Mar Blanco explicó que su grupo se abstuvo porque el texto no le convence y porque, a su juicio, el Gobierno "se ha desviado de su objetivo de favorecer la autonomía de la juventud". Insistió en que se trata de "una ley inútil, cargada de pájaros y flores, y abocada al fracaso", al tiempo que le advirtió al Ejecutivo de López de que "no puede vivir permanentemente de fotos y de colgarse medallas".

Respecto a la Ley de Vivienda, pendiente de llegar al Parlamento tras su visto bueno en el Consejo de Gobierno del pasado martes, aunque se quedará igualmente en agua de borrajas al no haber concitado ningún apoyo, el parlamentario del PNV Juan Antonio Arietaaraunabeña manifestó ayer que la presentación de este proyecto "se ha hecho en clave meramente electoral" y criticó que "no se ha puesto énfasis en la aprobación" de la norma, sino "en que cada partido deberá retratarse en el Parlamento".

"No conocemos el texto del proyecto de ley que ha aprobado el Gobierno, ya que, tal y como ha reconocido el consejero de Vivienda, los remite al Parlamento sin consensuarlos previamente con ningún grupo de la oposición", apuntó.

El parlamentario jeltzale reprochó en este sentido al titular de Vivienda, Iñaki Arriola, que haya hecho dejación de su responsabilidad de buscar acuerdos al dejar esa labor a los grupos parlamentarios y dar por hecho que "ya ha cumplido con su labor" únicamente con aprobar el proyecto en el propio Gobierno.

En cuanto al contenido del mismo, Arietaaraunabeña explicó que "el reconocimiento del derecho subjetivo a la vivienda que el consejero intenta vender como gran avance y novedad, ya está recogido en la Ley de 2008 para la Garantía de Ingresos y para la Inclusión Social". "Por tanto, las declaraciones que se están realizando desde el Gobierno inducen a confusión, ya que da la sensación de que toda persona tendrá garantizada una vivienda, pero nada más lejos de la realidad", añadió.

En este sentido, concluyó que el PNV "quiere ver cómo se concreta la cuestión del derecho subjetivo a la vivienda en el proyecto de Ley, más aún si se tiene en cuenta que, en las últimas fechas, el Gobierno ha asegurado que no va a haber dinero para vivienda protegida y que la única salida es la venta de 3.000 viviendas del patrimonio público a un inversor privado, operación para la que ha llegado a negociar con empresas con sede en paraísos fiscales".