Vitoria. Primero fueron el Ejecutivo y Legislativo. Ayer, el Judicial. Los presos de ETA, englobados en las siglas EPPK que responden a su denominación en euskera, saben la respuesta que las conclusiones de su debate ha obtenido entre los tres poderes públicos, desde donde insisten en la disolución de la banda terrorista como un paso necesario también para que sus presos experimenten cambios sustanciales respecto a su situación actual.
Desde el ámbito judicial, el fiscal del Tribunal Superior del País Vasco, Juan Calparsoro, recriminó ayer a este colectivo que insista en explotar, valga la redundancia, las vías "colectivas" para abandonar su situación de privación de libertad en lugar de acogerse a los beneficios penitenciarios que, tras el análisis de cada uno de los casos, podrían lograr, ya sea en forma de acercamiento a alguna cárcel vasca o próxima a las fronteras de la CAV o, incluso, regímenes que aceleren la excarcelación. Por el contrario, el fiscal insistió ayer en que las vías colectivas "se ha demostrado que no llevan al adelantamiento de la libertad".
Asimismo, Calparsoro hizo frente -sin citarlas- a declaraciones recientes que concedían un signo político a alguna de las condenas -el presidente del PSE, Jesús Eguiguren, destacó que la privación de libertad de Arnaldo Otegi responde a una "venganza política"- en lugar de su estricto carácter judicial. Así, el representante del Ministerio Público en Euskadi declaró que la Ley General Penitenciaria y el reglamento que la desarrolla están "inspirados" en la Constitución, donde se establecen "los pasos que se tienen que dar y que los presos tienen que colaborar para ir obteniendo los diferentes beneficios".
Tras insistir en "la imposibilidad" de que se puedan aplicar medidas colectivas, indicó que éstas tienen que ser "individuales", porque las condenas se imponen con carácter individual. "Otra cosa es que haya un grupo muy numeroso de presos que forman parte de una organización, en este caso de un grupo terrorista, y que, si ese grupo evoluciona hacia su disolución, podrá condicionar la previsión de reincidencia o el pronóstico de reinserción", añadió.
"Violencia estabilizada" La respuesta del fiscal a la declaración de los presos estuvo acompañada de una reflexión a cargo del filósofo Manuel Reyes Mate que ayer se convirtió en el tercer invitado de la ponencia que aborda la paz y la convivencia en el Parlamento Vasco. A diferencia de lo sucedido la semana pasada en la intervención de un miembro del Grupo Internacional de Contacto, en esta ocasión el PP sí tuvo a bien participar en el encuentro donde el Premio Nacional de Ensayo 2009 opinó que, además de ETA, cada individuo debe plantearse en qué medida ha propiciado "una violencia tan estabilizada" como la de la banda armada.
Además, Reyes Mate consideró necesario introducir en el debate político la cuestión del arrepentimiento, pero "no como una revisión de las ideas, sino de los hechos". En este sentido, se refirió a los presos de la organización terrorista y destacó que no tiene sentido "reconocer los daños y no plantearse el arrepentimiento".
Por ello, calificó de "lamentable" la declaración pública efectuada por el colectivo de presos de ETA el pasado fin de semana, en la que dicen ser "conscientes del múltiple dolor generado" por la violencia, aunque vuelven a reclamar la "amnistía" y "repudian" el "arrepentimiento-delación", en referencia indirecta a la vía de reinserción planteada por el Gobierno español.
Respecto a la ausencia de la izquierda abertzale en la ponencia señaló que "quien se niega a usar la palabra, a exponer sus razones y a escuchar las de los demás, tiene un déficit democrático".