DURANGO. No solo el lehendakari Patxi López, también el secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, arrancó su discurso atribuyendo a su partido la consecución del final de ETA, a pesar de que la disolución de la banda armada aún no se ha producido. El que fuera ministro del Interior cuando la banda anunció el cese de su actividad violenta hizo hincapie en la "coincidencia" de que tal hecho se produjera con sendos gobiernos socialistas, uno en Madrid y otro en Gasteiz y subrayó que "gracias a un lehendakari socialista se ha podido acabar con ETA". Abundando en esta línea, aseguró que la violencia "se ha ido para no volver", algo que está haciendo el lehendakari, "conseguir que desaparezca para siempre".
Sin embargo, la mayor parte de su encendida y muy fluida intervención fue dirigida en clave española y su principal destinatario fue el presidente del Gobierno español. "Lo que Rajoy encontró "mal está muy mal y lo que encontró bien está mal", denunció tras acusar a los populares de que carecen de un plan para remontar la situación y les recordó que "se puede dialogar para salir de la crisis todos juntos".
Además, defendió que para superar la crisis "hay que ajustar", pero sobre todo crecer para crear empleo, consumo y riqueza y ha puesto como ejemplo de política la del Gobierno socialista de Euskadi. Por comparación, ensalzó la gestión de Patxi López al frente del Gobierno vasco y señaló que "cuando Rajoy dice ajuste, ajuste y ajuste, Patxi dice ajuste sí, pero también crecimiento para crear empleo.