nueva york. El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, condenó ayer el "injustificable" atentado suicida que causó al menos 70 muertos en Saná, la capital de Yemen, el mayor cometido en ese país desde el inicio de las protestas populares que acabaron con el régimen de Alí Abdalá Saleh. "Este acto criminal no puede justificarse por ninguna causa", dijo ante la prensa un portavoz de Ban, Farhan Haq, quien definió el atentado como "abominable" y envió sus condolencias a las familias de las víctimas y el pueblo y el Gobierno yemení.

El secretario general pidió a todas las partes en Yemen que rechacen "el uso de la violencia", y agregó que espera que los yemeníes desempeñen "un papel constructivo y completo" para aplicar el plan de transición que la ONU respalda para esa nación árabe. La Casa Blanca condenó ayer el "despreciable" atentado suicida perpetrado durante los ensayos de un desfile militar en la ciudad yemení de Saná, en el que murieron 70 personas. John Brennan, asesor para seguridad nacional y combate del terrorismo del presidente estadounidense, Barack Obama telefoneó al presidente yemení, Abdo Rabu Mansur Hadi, para comunicarle las "profundas condolencias" del mandatario por el "cobarde ataque terrorista" perpetrado en Saná. El presidente Saleh tuvo que irse tras fuertes protestas en todo el país contra su gobierno y su vicepresidente, Abd Rabu Mansur Hadi, fue elegido en febrero para sucederlo. En la conversación, "Brennan condenó rotundamente la despreciable violencia que se desató cuando las fuerzas militares de Yemen se preparaban para celebrar la unidad de su país durante el día nacional", indicó la Casa Blanca en un comunicado. Efe/dpa