Los presos atacan el plan de Interior porque exige el arrepentimiento
el eppk Ve aspectos positivos en el programa de reinserción pero da por cerrada la 'vía nanclares'
vitoria. El colectivo de presos de ETA (EPPK) reconoce aspectos "significativos" en el plan del Gobierno de Mariano Rajoy para la reinserción social de los condenados por terrorismo, y se muestra dispuesto "a dar pasos" para el acuerdo, una vez que terminen las "estrategias de presión y chantaje".
En una nota remitida a los diarios Gara y Berria, el autodenimado Colectivo de Presos Políticos Vascos insisten en que "cualquier programa que tenga como base el arrepentimiento-delación nace muerto y estéril". Sin embargo, ofrecen su "disposición a dar pasos, en la línea de sus últimas declaraciones y a la espera de que se difundan las conclusiones" del debate interno del grupo "si se abandonan las presiones y los chantajes".
En el escrito del EPPK, los presos sostienen que el plan presentado por el ministro Jorge Fernández Díaz "nos reconoce como objetivo del sistema penitenciario y como sujeto de derechos globales". Además, destacan que "acepta que se nos impone un tratamiento diferenciado (y colectivo), tanto al imponer condiciones y niveles de exigencia más altos para recibir derechos y beneficios penitenciarios como a través de la discrecionalidad de la clasificación penitenciaria y de la propia dispersión".
Señalan que el aval del Tribunal Constitucional a la llamada doctrina Parot es "significativo" porque "refuerza la política carcelería".
Por estas razones, los presos sostienen que el programa de reinserción propuesto por el Gobierno español "no responde a lo que una amplia mayoría de la sociedad vasca le ha pedido mil veces: que cambie la política carcelaria y actúe a la luz de las nuevas oportunidades políticas". A su juicio, "hay que desactivar las medidas de excepción" y "acabar con las situaciones de excepción y con la dispersión, garantizar todos los derechos y empezar a posibilitar la excarcelación de los presos en el marco de las condiciones democráticas".
Asimismo, el colectivo de presos de ETA y de la izquierda abertzale ilegalizada cree que el plan gubernamental supone en la práctica el reconocimiento del fracaso político de la llamada vía Langraiz, en la que se encuadrarían aquellos presos que se han desvinculado de la banda armada, han renegado de la utilización de la violencia y han pedido perdón a las víctimas. Consideran la asunción de este fracaso resultado "algo significativo en sí mismo, ya que hasta ahora esto había sido negado de modo irresponsable".