Vitoria. La primera sesión de trabajo en la ponencia de paz que busca desbrozar el camino hacia la paz partiendo del actual Parlamento Vasco obtuvo ayer un primer acuerdo que abre la puerta a que participen en ella los agentes que no están representados en el Legislativo: desde las asociaciones cuyo trabajo esté relacionado con estos trabajos, hasta los partidos aún ilegalizados.

Las fuentes consultadas coinciden en que la voluntad de acuerdo se impuso a los recelos larvados dando lugar a esta primera solución de consenso que se basa en dos claves: que la participación sea por escrito -de forma que la ponencia no se convierta en una pasarela mediática-, y que quienes aporten sus sugerencias sean "partidos políticos y coaliciones con representación institucional", lo que abre la puerta a Bildu o Amaiur, pero se la cierra a la antigua Batasuna, evitando así que el PP tenga que llevar a la práctica sus amenazas de rechazarlo.

A falta de ver qué aportaciones llegan hasta finales de mayo -cuando acaba este plazo-, los grupos no descartaban que en una segunda fase se estudie si conviene pasar a las invitaciones presenciales. En todo caso, ayer desde Amaiur ya se adelantaba su rechazo inicial a participar tras ver confirmada esta "exclusión".

"Humanización y reconciliación" Pero hasta que llegue ese segundo punto crítico, los participantes irán avanzando ya citándose cada lunes para trabajar sobre dos ejes: "humanización y reconciliación social". Lo harán "en tres tiempos", pasado presente y futuro, -explicaron en una nota conjunta para preservar el consenso-, abordando así la situación de las víctimas y los presos, y tratando de buscar garantías de no repetición.