La Mesa del Congreso aceptó ayer la petición del Gobierno de tramitar por la vía de urgencia, acortando todos los plazos parlamentarios a la mitad, el proyecto de ley que permitirá privatizar las televisiones autonómicas. Eso sí, la decisión no se adoptó por unanimidad pues el PSOE votó en contra acusando al Gobierno de haber tenido congelado dos meses el anteproyecto, con los informes preceptivos correspondientes del Consejo Económico y Social (CES) y la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones (CMT), para ahora acelerar de golpe toda la tramitación parlamentaria. El PSOE dejó ver su hartazgo por el hecho de que el Gobierno esté abusando, a su juicio, de la figura del decreto ley para aprobar sus proyectos, limitando la capacidad de maniobra de la oposición, y que en el caso audiovisual se agrava con la reforma unilateral de la Ley de RTVE para cambiar la elección de su presidente, un decreto ley aprobado también el pasado viernes. CiU, optó por abstenerse, dejando al PP como único defensor del trámite acelerado de la reforma de la Ley Audiovisual.
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