MADRID. Bono se expresa en estos términos en una entrevista que publica la revista "Vanity Fair" en su último número, en la que explica que sus memorias son fruto de 20 años escribiendo un diario, del que ya tiene más de 17.000 folios que contienen "un relato de hechos vividos".
Un relato con el que no quiere hacer "daño gratuito ni a España ni a nadie", aunque advierte de que si un día conoció "a un sinvergüenza", no va a aparecer en sus memorias "como un santo".
Después de reconocer que en ocasiones ha pensado en escribir un libro sólo sobre su relación institucional de 30 años con el rey de España, Bono dice del monarca que "es listo y capaz".
"Y nos ha venido muy bien a los españoles. Le defiendo porque es el monarca español que más ha hecho en la historia por la libertad", asegura.
Respecto a la implicación de Iñaki Urdangarín en el caso "Palma Arena", recuerda que la presunción de inocencia también incluye al marido de la infanta Cristina, pero, acto seguido, considera que "pocos suegros en España dicen de su yerno lo que el rey ha dicho" del suyo sobre su conducta poco ejemplar.
"El Rey pone los intereses de España por encima de los de su familia", opina Bono, a quien le sorprendería que la infanta Cristina "abdicara de ser esposa y madre" para mantener un estatus dinástico.
Sea como sea, Bono confía en que "este asunto salga bien para su majestad" y dice que se alegrará de que se absuelva a quien sea inocente y de que se condene a quien sea culpable. "Sea quien sea", apostilla.
Preguntado por el llamado "caso campeón", en el que está involucrado su compañero de partido José Blanco, Bono sostiene que cuanto más ve al empresario que le acusa, Jorge Dorribo, más le parece que "es un mentiroso".
Blanco, en cambio, le inspira confianza y, "en la medida en que está sufriendo injustamente", se solidariza con él.
El ex presidente del Congreso, ex ministro de Defensa y ex presidente de Castilla-La Mancha asegura haber salido "ileso y feliz" de la política, pese a haber sido víctima de "la calumnia" tras soportar "trece denuncias falsas sin imputación alguna, con resoluciones favorables de magistrados del Tribunal Supremo".
Después de dejar claro que se siente corresponsable de la gestión de su partido en el Gobierno en los últimos años y "solidario con lo más criticable", Bono cree que lo peor que ha hecho el PSOE ha sido regionalizar en exceso su poder.
Según su criterio, el PSOE ha perdido fuerza como partido de ámbito nacional, y más después de gobernar en Cataluña "con los separatistas", en el País Vasco, con el PP, y en Extremadura, si hubiera aceptado IU, "con los comunistas".
"Alguien hubiera podido creer que por gobernar nos unimos a cualquiera", se lamenta.
Si bien señala que "sería cínico decir que quien ha gobernado no tiene nada que ver con cinco millones de parados", en alusión al PSOE, precisa a continuación que la crisis es de tal magnitud que se hubiese llevado por delante a cualquier Gobierno.