Pamplona. El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, descartó ayer consensuar las medidas anticrisis con el resto de fuerzas parlamentarias y que España pueda ser intervenida o rescatada. Respecto a la política doméstica, el líder de los populares rechazó que partidos que tienen "menos votos" que el suyo puedan incidir en su forma de gobernar mientras, en materia europea, Rajoy reclamó a los gobiernos socios de la UE que sean "prudentes" con sus declaraciones. En un mensaje que se interpreta dirigido al italiano Monti y al francés Sarkozy, el presidente español, amparado en una leve tregua de los mercados (la prima de riesgo bajó a 420 puntos y la bolsa ganó un 1,18%), sentenció que ambos deben asumir "sus propias responsabilidades".

La agenda matutina de Rajoy tuvo dos citas clave: la reunión del grupo parlamentario popular en el Congreso en la que el presidente defendió su programa de reformas como el camino necesario de "las grandes naciones en grandes encrucijadas"; y la sesión de control al Gobierno en el plenario de la Cámara Baja, en la que volvió a justificar los recortes emprendidos y los que aún están en cartera por el objetivo "irrenunciable" de reducir el déficit.

Mensaje Rajoy expuso que su prioridad es acabar con el "círculo vicioso que ese déficit provoca: eleva la deuda y hace más cara su financiación, e impide destinar esos recursos a otras cosas como la mejora de los servicios públicos y la inversión productiva".

Al respecto, subrayó que hay países que no pudieron hacer frente a sus préstamos -y acabaron siendo intervenidos-, pero quiso dejar claro que "éste no es el caso de España ni va a ser el caso de España". Llegado a este punto Rajoy pidió "la mayor prudencia y responsabilidad" a los líderes europeos a la hora de hablar de España. Subrayó que ni él ni su Gobierno hablan de otros países ni van "contra nadie" en el seno de la UE y, como todos tienen problemas y los tienen que solucionar, espera que "los demás hagan lo mismo, asuman sus responsabilidades y sean prudentes en sus afirmaciones".

En clave críptica, Rajoy pronunció la siguiente sentencia: "No hay que hacer caso al ruido ni distraerse con cosas menores o de poca importancia que duran veinticuatro horas. El Gobierno tiene las ideas muy claras y sabe perfectamente lo que hay que hacer". Lo que no aclaró es si se refería a los ataques de los especuladores contra España o a las movilizaciones contra la reforma laboral

respuesta En su intervención, Rajoy expuso el calendario de sus próximas reformas, entre ellas una "capital", la de las administraciones públicas, que en treinta años nadie más se ha "atrevido" a acometer. También ha fechado para este mismo mes la reforma sanitaria y la racionalización del gasto educativo, dos días después de conocerse la intención del Gobierno de ahorrar 10.000 millones de euros más en estas dos áreas, esfuerzo que tendrán que hacer las comunidades autónomas por tener sus competencias.

Fue en este punto en el que la portavoz socialista, Soraya Rodríguez, apoyada por Alfredo Pérez Rubalcaba, reprochó al presidente que ni siquiera ante el Grupo Popular haya explicado "ni una palabra" del recorte anunciado que, insistió, es "inasumible" para el actual sistema. Además, reclamó a Rajoy que rectifique y busque el consenso con el PSOE para aprobar la Ley de Estabilidad Presupuestaria si es que había "un ápice de sinceridad" en sus palabras sobre la voluntad de consenso. Por eso, anunció que el Grupo Socialista volverá a pedir "de inmediato" la comparecencia de Rajoy ante el Congreso, para que explique en qué se traducirá el "brutal recorte" en sanidad, del que están pendientes "muchos españoles".

Pero el mayor ataque contra Rajoy lo protagonizó Rubalcaba, que tachó de "ocurrencia improvisada" el recorte de 10.000 millones anunciado el lunes y le urgió a "recomponer el diálogo con la oposición por el bien de España". Rajoy contestó recordándole a etapa de Zapatero y retándole a desbloquear la renovación del Constitucional y de RTVE.