viena. Una misión de alto nivel del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) partió ayer desde Viena rumbo a Irán para discutir a partir de hoy con las autoridades de ese país sobre la sospecha de que existe una dimensión militar en el controvertido programa nuclear de la República Islámica.
"Esperamos que Irán se involucre con nosotros en nuestras preocupaciones respecto a la posible dimensión militar del programa (nuclear)", declaró en el aeropuerto de Viena el director adjunto del OIEA para salvaguardas (controles), Herman Naeckerts. "Estamos tratando de seguir las resoluciones de la Junta (de Gobernadores del OIEA) e intentando resolver todos los asuntos pendientes", indicó el experto belga.
En caso de cumplirse este objetivo, sería la primera vez que los iraníes hablan sobre estas alegaciones, fundamentadas en informaciones presentadas el pasado noviembre y consideradas "creíbles" por el OIEA. Según estas informaciones, recibidas por el OIEA de parte de una decenas de servicios de inteligencia, Irán estaría trabajando en todos los aspectos necesarios para fabricar un arma atómica.
Por su parte, el exministro de Asuntos Exteriores y actual consejero para Asuntos Internacionales, Ali Akbar Velayati, aseguró que Irán no frenará su programa pacífico nuclear. "Irán no está dispuesto a abstenerse de sus actividades nucleares pacificas", reiteró, y defendió que su país siempre ha actuado en el marco de las normas internacionales y el Tratado de No Proliferación Nuclear (TPN). Por ello, añadió el asesor del líder supremo, Ali Jameneí, "los inspectores realizarán la inspección en el marco de leyes internacionales".