Bilbao. La pretendida unanimidad del PSE y el Gobierno Vasco a favor de Alfredo Pérez Rubalcaba exhibida el pasado domingo en Bilbao no fue tal. Tan sólo un día después de que los socialistas vascos arroparan al candidato a la secretaría general del PSOE, la consejera de Empleo y Asuntos Sociales del Ejecutivo autónomo, Gemma Zabaleta, que no acudió al acto en la capital vizcaína, confesó que si al mismo hubiera asistido la otra aspirante en liza, Carme Chacón, le habría suscitado "más interés".

En una entrevista concedida a Radio Euskadi, Zabaleta despejó cualquier duda respecto a sus preferencias para sustituir a José Luis Rodríguez Zapatero al frente del partido. Así, aseguró que "para abrir ese futuro al partido, Carme Chacón tiene menos ataduras que Alfredo Pérez Rubalcaba". Precisó, eso sí, que le hubiera gustado que se presentaran más candidatos al Congreso que el PSOE celebrará el mes que viene en Sevilla y que persigue abrir un nuevo tiempo en el partido tras el hundimiento en las elecciones generales del 230 de noviembre.

Este posicionamiento se contrapone al cierre de filas que ha llevado a cabo el PSE con Rubalcaba, que estuvo acompañado el pasado domingo por el lehendakari Patxi López, los secretarios generales de los tres territorios de la CAV y gran número de consejeros. Incluso el presidente del partido, Jesús Eguiguren, que ha chocado en el pasado con las posiciones del exministro del Interior, le mostró su apoyo de forma pública.

En ese momento tan solo se echó en falta al antiguo alcalde de Donostia, Odón Elorza, y al expresidente del Senado, Javier Rojo, alineado con la candidatura de Chacón, y además desde la primera línea de batalla. Gemma Zabaleta agregó ayer que "el debate pendiente es abrir el proyecto a los militantes, al contraste y a la reflexión". En este sentido, lamentó que el secretario general "sea sólo elegido por una minoría de militantes", recordando que en el cónclave de Sevilla solo 22 delegados vascos podrán decidir quién es el secretario general. Así, propuso que el voto del secretario general valga lo mismo que el del último militante del partido, entre los que ella misma se cuenta.

"Espero que éste sea el último congreso en el que el secretario general sea solo elegido por una minoría y en el que los militantes de base, como yo, no podamos elegir a nuestro secretario general, a nuestro candidato a presidente de Gobierno, a nuestro candidato a lehendakari con plena igualdad y libertad", concluyó.

Las palabras de Zabaleta chocan en un PSE que, no ahora, sino desde su llegada a Ajuria Enea, se ha erigido en uno de los pilares de Alfredo Pérez Rubalcaba, tanto en el Gobierno central como en el PSOE. Dna/Efe