Vitoria. El Gobierno vendió ayer como un triunfo propio el éxito en la primera subasta de bonos del año, en la que el Tesoro logró colocar casi 10.000 millones de euros, el doble de lo previsto, a tipos más bajos. Según fuentes del Ejecutivo, la subasta de ayer es "la primera respuesta de los mercados a las medidas adoptadas", en referencia al tijeretazo de 15.300 millones aceptado el jueves por el Congreso de los Diputados a instancias del Gobierno (8.900 millones de recortes de gasto y 6.400 millones de subida de impuestos). Desde el gabinete económico de Rajoy se interpreta como decisiva no sólo la subasta de ayer, sino también el hecho de que la prima de riesgo (esa a través de la cual los especuladores han atacado a la economía española), se relajara hasta los 330 puntos básicos.
La tesis del Ejecutivo fue apoyada también por el presidente del Banco Central Europeo. Mario Draghi, quien valoró ayer positivamente las medidas aprobadas por Rajoy y mostró a España como ejemplo de país que está aplicando "serios esfuerzos de consolidación y serias reformas estructurales" que posibilitan "el progreso extraordinario (en materia de consolidación económica) que estamos viendo en la zona del euro en los últimos cuatro o cinco meses".
No obstante los analistas consultados por las agencias atribuían la tregua que han concedido los mercados a la deuda soberana de países como España, Italia o Francia, más al hecho del elevado nivel de liquidez del que disponen las entidades financieras procedente del Banco Central Europeo (BCE), que a las medidas de austeridad impuestas por los gobiernos. Es decir, los bancos, que tienen barra libre de financiación durante tres años y que hasta diciembre ya habían solicitado 489.000 millones, creen que la mayor rentabilidad la dará un mercado tambaleante como el de la deuda. Aunque Draghi asegure que esa barra libre "ciertamente ha evitado lo que hubiera podido ser una grave restricción del crédito en nuestro sistema bancario", la realidad de los análisis financieros es que ese caudal de dinero no esta llegando a la ciudadanía ni a las empresas, sino que se está invirtiendo en deuda.
El desencadenante de todas estas valoraciones fue que el Tesoro Público logró ayer, en su primera emisión de deuda del año, colocar 10.000 millones bajando el interés y duplicando sus previsiones de venta. Los 9.986 millones adjudicados en bonos a tres, cuatro y cinco años prácticamente duplican el importe máximo estimado antes de llegar a la subasta, que oscilaba entre 4.000 y 5.000 millones, mientras la demanda se disparaba hasta los 18.500 millones.
Agenda Estos datos y la visión que vende el Ejecutivo avalan el hecho de que la agenda de Rajoy gire en torno a su interlocución con el eje francoalemán en el seno de la eurozona. El lunes estará con Sarkozy y ayer se anunció que el día 26 acudirá a Berlín para, en su primer viaje como presidente, rendir cuentas ante Angela Merkel. Es significativo que ese encuentro se producirá tres días antes del Consejo Europeo de Bruselas, en el que los líderes de la UE pretenden avanzar en los planes de consolidación fiscal y crecimiento económico que marca la canciller germana.