donostia. Un día después de la manifestación que el pasado sábado desbordó Bilbao para reivindicar un cambio en la política penitenciaria vigente, casi la totalidad del arco político vasco coincidió ayer en subrayar la necesidad de dicho cambio. Una evidencia que, incluso, es ya visible para el Gobierno Vasco. Su máximo representante, el lehendakari Patxi López, reconoció ayer a la entrada del Comité Federal del PSOE que "en Euskadi hay casi un consenso generalizado en que otra política penitenciaria es posible de acuerdo a la propia legalidad".
El jefe del Ejecutivo vasco, que no cerró la puerta a un posible acercamiento de presos a Euskal Herria, puso su énfasis en la "muy garantista" y "muy generosa" normativa carcelaria estatal, un paraguas bajo el cual sería posible adaptar la política penitenciaria al nuevo escenario abierto tras el cese definitivo de la actividad armada decretado por ETA el pasado mes de octubre.
En la línea del discurso del lehendakari, el consejero de Interior, Rodolfo Ares, tampoco descartó el acercamiento de presos, y recordó que desde Lakua apuestan por política carcelaria "más dinámica y flexible, teniendo en cuenta la situación en la que nos encontramos". Una actualización del modelo actual que, a su juicio, tendría que ser "fruto del diálogo entre el Gobierno Vasco y el Gobierno de España".
En declaraciones a los medios en los prolegómenos del Comité Federal del PSOE, Ares coincidió con el lehendakari al subrayar que tanto el acercamiento como el alejamiento de los reclusos "están dentro de la legalidad". "No hay que descartar que pudiera haber acercamiento si eso contribuye a un objetivo fundamental: la reinserción de aquellos que quieran reinsertarse", explicó.
No obstante, volvió a insistir en que los reclusos de ETA que "quieran recorrer el camino de la reinserción" tendrán que hacerlo de forma individual, mostrando su arrepentimiento y accediendo a beneficios penitenciarios "para poder reinsertarse en la sociedad después de cumplir sus penas".
Al margen de Lakua, pero sin abandonas las filas socialistas, el diputado del PSOE por Gipuzkoa y exalcalde de Donostia, Odón Elorza, consideró una "perversión moral y un desprecio a las víctimas" pedir ahora una amnistía para los presos de ETA. No obstante, reconoció que el acercamiento de los reclusos a Euskal Herria "es otra cosa" y que cuenta "con amparo legal".
El mensaje defendido por los socialistas, sin embargo, chocó de bruces con las posiciones de enroque que viene manteniendo el PP, su socio en Lakua. Por poca su diputado en el Congreso por Bizkaia, Leopoldo Barreda, los populares volvieron a mostrarse inflexibles, aseverando que el Gobierno español presidido por Mariano Rajoy "garantizará el cumplimiento de la ley y el respeto a la democracia" frente a quienes buscan la "impunidad".
"Lo que hemos visto este sábado es a una serie de personas que lo que pretendían era la impunidad de los terroristas dirigiendo la presión a un gobierno democrático en vez de a la banda terrorista", dijo en relación a la manifestación del sábado en declaraciones a Europa Press. A su juicio, los asistentes a la marcha "se equivocan", pues el objetivo de la democracia, según Barreda, debe ser "la consecución de la disolución definitiva de ETA".
"Hay que exigir el reconocimiento del daño causado y el desarme de la banda y ése debería ser el objetivo de los que salieron a la calle y no otro. No hay un escenario de impunidad y equidistancia, sino de defensa de la democracia", aseveró.