Vitoria. El Partido Popular sigue escenificando su distancia respecto al Gabinete López y ya proyecta este alejamiento sobre el trámite más comprometido del curso político: la negociación presupuestaria. Los planes populares siguen sin pasar aún por rechazar las Cuentas del Ejecutivo socialista. "Sería un suicidio para la economía vasca", dijo su secretario general, Iñaki Oyarzábal. Sin embargo, por primera vez en la legislatura, el PP registró ayer por su cuenta, "sin pactarlas" con el PSE, las 118 enmiendas parciales con las que pretende "condicionar" el proyecto del Gobierno Vasco, dejando atrás así el tiempo en que Basagoiti y López sellaban abrazados sus acuerdos a las puertas de Lehendakaritza tras largas horas de negociaciones preparatorias. "Este año ni hemos hecho reuniones de seguimiento y acuerdo con el grupo socialista ni presentamos las enmiendas de manera conjunta", subrayó Oyarzábal. Fotografía de distancia entre ambos socios, de enmiendas no pactadas que, sin embargo, el alcalde de Gasteiz da por encauzadas: por ejemplo, el canon de capitalidad.
"Queremos desmarcarnos" "Actuaremos con responsabilidad, pero nuestra posición no puede ser la misma que hace dos años y medio. El Gobierno Vasco deberá dar cuenta de por qué no ha sabido devolver la confianza que le dimos, y nosotros deberemos explicar a los ciudadanos que tenemos un proyecto distinto", explicó sin ambages, escenificando así ese viaje al centro en el que parece embarcado el PP vasco tras su pacto presupuestario en Bizkaia y que hoy continuará con una reunión con Aralar en Donostia -hay que recordar que Mariano Rajoy se ha negado a reunirse con Amaiur, coalición en la que se integra Aralar-.
Sin embargo, en declaraciones a DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA, el número dos de los populares vascos admitía que el diálogo se ha producido y que, por encima de este pulso, el tema "está enfocado". "Creo que la negociación irá bien porque saben que necesitan aprobar las Cuentas", explicaba. Sin embargo, el acuerdo está aún por alcanzar y, a falta de que ambos socios analicen sus respectivas enmiendas, -el PSE las presenta hoy-, éste pasará necesariamente por que los socialistas acepten las que plantea el PP. "Estas Cuentas no nos gustan. Patxi López cada vez nos pone más difícil apoyar a su Gobierno porque cada vez hace las cosas peor", resumía Oyarzábal, dando así cuenta del "esfuerzo" que les cuesta no dejar caer a los socialistas. Oyarzábal tasó el volumen que reclaman "mover" de unas a otras partidas en hasta 100 millones de euros. "Plantean recortes lineales sin priorizar, cuando se podrían haber hecho otras cosas antes de tocar programas sociales". "Queremos desmarcarnos y reprochar al lehendakari haber protagonizado un auténtico ejercicio de cinismo político al advertir de los recortes que haría el PP si llegaba al poder para luego aplicarlos él", denunció contundente.
Sobre el papel, Oyarzábal puso el acento en las enmiendas económicas -las que el PSE deberá aceptar sí o sí para contar con su apoyo en esta negociación- centradas en "apoyar la creación de empleo" respaldando a quienes generan puestos de trabajo. Pero, de forma paralela, Oyarzábal subrayó que también hay otras enmiendas "de interés político"; las que están llamadas a hacer visible el cambio que pactaron con el PSE y ante el que quieren verle retratado. En este sentido, el PP reclamará que crezcan las subvenciones a las víctimas de ETA, que se suprima la partida de un millón destinada a las víctimas de "abusos policiales" por considerar que es un concepto "inoportuno" e insultante, y que se eliminen "gastos superfluos", como "las embajadas vascas que creó Ibarretxe".
El dilema de López Más allá de este pulso, y con la confirmación de que el resto de grupos presentarán enmiendas a la totalidad al proyecto del Gobierno, quedaba por saber la posición del PNV que, como ha hecho estos años, no pedirá la devolución de las Cuentas para no "oponerse frontalmente" a la gestión de esta dura crisis. Pero, vista la deriva que aleja a los socios del cambio, el diputado jeltzale Josu Erkoreka aprovechó para hacer una predicción: "Éste es el panorama que le queda (a López): gobernar bajo la férula del PP con un control cada vez mas estrecho, o abrir el panorama electoral para que los ciudadanos decidan qué Gobierno quieren de cara al futuro".