Madrid. La bolsa española cayó ayer un 3,48% y se aproximó a 8.000 puntos por el descenso de las plazas internacionales y los problemas del mercado de deuda, ante la posibilidad de que rebajen la nota crediticia a Francia y las dificultades de EEUU para aprobar un plan de reducción del déficit. Esos son los datos que saludaron la victoria del PP un día después del encumbramiento de Rajoy, unos datos pésimos que se completan con el repunte de la prima de riesgo española que ayer alcanzó, de nuevo, los 461 puntos básicos, es decir, 20 puntos en una sola jornada. La victoria por mayoría absoluta del Partido Popular en las elecciones generales no impidió que la bolsa española sufriera la octava peor caída del año. Se diría que a los mercados les importa más que la agencia de medición de riesgos Moody's amenace con rebajar la calificación crediticia de Francia quitándole la matrícula de honor (la triple A positiva), que la llegada de Rajoy y sus promesas de estabilidad. Pero lo más sorprendente es que cuando se podía esperar una jornada relativamente tranquila por la eventualidad del cambio en España, el Ibex 35, lejos de cumplir las expectativas, lideraba las pérdidas en el conjunto de Europa con una caída del 3,48%, sólo superado por la bolsa de Milán, que se dejaba un 4,74%. París se dejaba el 3,41%, Londres el 2,62% y Fráncfort el 3,35%. Queda claro que en los parquets interesan más otras cosas que la sucesión en España. Y es que en la jornada de ayer los mercados se centraron en los frentes que tiene abiertos la zona del euro, personificados en la oposición alemana a la creación de eurobonos y la posibilidad de que el Banco Central Europeo (BCE) se convierta en prestamista de última instancia de los gobiernos. Asimismo interesa más la precaria situación del Gobierno italiano, la posibilidad de que Francia sufra una rebaja en su calificación y el hecho de que el gabinete de unidad nacional de Grecia aún no haya garantizado por escrito que cumplirá sus compromisos.
Negación Todos los grandes valores del Ibex 35 bajaron: Iberdrola, el 4,33%; Telefónica, el 3,56%; BBVA, el 3,48%; Repsol, el 3,47%, y Banco Santander, el 3,45%. Además, todas las compañías incluidas en el selectivo español cerraron en pérdidas. Pese a todo el PP no se da por aludido. Su secretaria general, María Dolores de Cospedal, rechazó ayer relacionar la caída en la bolsa y el estado de la prima de riesgo con el resultado de las elecciones generales y recalcó que el triunfo de Mariano Rajoy ha sido "bien visto por los organismos internacionales y en el ámbito internacional". En rueda de prensa en Génova tras la reunión del primer Comité Ejecutivo Nacional después de la victoria en las urnas del PP, Cospedal defendió que la jornada de ayer fue "un día concreto", pero negó que sea "indicativo" de algo más aparte de que demuestra que "los milagros no existen". "No es significativo a la hora de ligarlo con el cambio político en España", afirmó.
La fórmula del PP es seguir ocultando su programa económico hasta el debate de investidura de Rajoy, en diciembre.