atenas. La crisis económica seguirá atenazando a Grecia en 2012 con un aumento del paro y una nueva caída, la quinta consecutiva, del PIB, pero será también el año en el que el país logre un superávit primario, antes del pago de la deuda, y en el que no se apliquen nuevas medidas de ahorro. Este es el panorama económico para el año que viene que reflejan los presupuestos generales que presentó ayer al Parlamento de Atenas el ministro de Finanzas griego, Evangelos Venizelos.
Unas cuentas públicas que no traerán a los griegos más recortes de sueldos, ni pensiones, ni nuevos impuestos. Eso sí, advirtió Venizelos, "con la condición de que se apliquen los que ya hay, que son duros". El borrador indica que 2012 será el quinto año de recesión en Grecia, con una caída del Producto Interior Bruto (PIB) del 2,8 %, y que la tasa de desempleo subirá del actual 15,4% al 17,2%.
Pero también se vislumbra una luz al final del túnel, en forma de un objetivo de superávit primario cifrado en el 1,1 %, unos 2.420 millones de euros, que el Gobierno espera alcanzar gracias a la política de ahorro y privatizaciones que aplica desde hace dos años. El proyecto de presupuestos indica que el gasto público caerá en 5.000 millones de euros. Entre las partidas de ingreso más relevantes consta un aumento de la recaudación fiscal de 3.600 millones de euros. Los presupuestos también destacan el plan de privatizaciones, con el que Atenas pretende recaudar 9.300 millones de euros.