Vitoria. El PSOE apura las ya escasas horas de campaña que quedan antes de las elecciones para movilizar al mayor número posible de votantes y recortar distancias con un PP que ya se siente ganador, pero con el rabillo del ojo mira la grave situación económica que vive el país, sobre el que pesa el riesgo de la intervención y al que los mercados no dan tregua ni a dos días de las elecciones. Con los intereses de la deuda española a un insoportable 7% y la prima de riesgo alcanzado cotas inéditas, Rubalcaba trató de templar la situación asegurando que "no hay riesgo" de que el Estado sea intervenido, y reclamó al Banco Central Europeo que mueva ficha para revertir la escalada especulativa en la que está sumida toda Europa.
"Quiero insistir una vez más en que la solución es que el Banco Central Europeo actúe, y que lo haga con claridad y rotundidad", dijo el candidato socialista en la sede de Barcelona del sindicato CCOO, una de las escalas en la gira que ayer le llevó por Cataluña de la mano de Carme Chacón.
La cabeza de lista por Barcelona y ministra de Defensa es también la rival de Pérez Rubalcaba dentro del partido. Sin ir más lejos, el miércoles se postuló para liderar el PSOE. Ayer Chacón pedía el voto para el de Solares y trataba de matizar unas palabras que no daban mucho lugar a equívocos. La responsable socialista se preguntó quién "se atreve" a discutir que una mujer catalana pueda dirigir el PSOE. Ayer dijo que se limitó a decir que en su partido no se discrimina a nadie por razones de sexo o procedencia, aunque el mensaje ya estaba enviado. Rubalcaba no quiso añadir más, y ambos continuaron adelante con una gira en la que se dedicaron mutuas alabanzas y abrazos llamados a difundir una imagen de unidad en el PSOE. "Todos los hombres y mujeres de este partido, de norte a sur y de este a oeste, trabajamos por una sola cosa: que en el 21 de noviembre esté preparando su discurso de investidura", señaló Chacón a ese respecto.
En todo caso, el supuesto órdago de Chacón y su posterior explicación se utilizaron como munición contra el PP después de que uno de sus altos cargos, el presidente de Valencia, Alfonso Rus, llamara en un arranque de euforia a celebrar la victoria del 20- con "champán y mujeres".
Rubalcaba, ante dos centenares de mujeres del PSC reunidas en L'Hospitalet de Llobregat, afirmó que si el PP gana habrá "un retroceso de verdad" en políticas de igualdad. El candidato socialista afirmó que "ningún socialista diría lo de champán y mujeres" porque PP y PSOE tienen en temas de igualdad diferencias "de fondo, de piel". "Es un problema de sensibilidad -continuó; es inconcebible que un socialista dijera esta cosa de champán y mujeres, pero lo peor es cuando intentó arreglarlo, y en lugar de pedir disculpas, dijo que como mujeres se refería a las suyas. Es tremendo. Si hay un tema en el que somos distintos es éste", insistió.
Ayer, efectivamente, los socialistas apelaron a las políticas sociales de Zapatero para ganarse los votos indecisos, en un último intento por recortar distancias con el PP. Rubalcaba alertó de que Rajoy pretende modificar las leyes del aborto y del matrimonio homosexual, que el PP apuesta por cambiar de denominación. Lo que plantean los conservadores es como decirles a los gays "os dejamos dormir después de comer pero no le podéis llamar siesta", según el candidato del PSOE, que reivindicó además la acción del Gobierno socialista contra la violencia de género. "La Ley contra la violencia machista fue importantísima para que cientos de miles de mujeres tengan protección y hayan podido recuperar su dignidad como seres humanos", señaló.