Gasteiz. Faltan seis meses para que las bases del PNV en Álava elijan a su futuro presidente, pero la maquinaria interna del partido gira ya sobre los posibles nombres que podrían asumir las riendas de la formación. La principal duda aún no resuelta es si el actual mandatario, Iñaki Gerenabarrena, se postulará para reeditar el cargo o intentará situar al frente a un hombre de su plena confianza, asegurando así la línea continuista en la gestión del ABB. Los críticos con su gestión desconfían de su silencio y buscan alternativas para lograr un candidato que sume la confianza mayoritaria entre la filiación alavesa.
Sin embargo, con independencia de los movimientos de unos sectores u otros, en la vida interna del partido soplan aires de deseos de renovación para favorecer el relanzamiento organizativo y de discurso del PNV en el territorio alavés -donde los jeltzales no atraviesan precisamente por sus mejores momentos- y comienzan a sonar nombres que cuentan con gran aceptación entre las bases. Según desvelaron a DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA fuentes conocedoras de los primeros movimientos de cara al proceso de renovación interna, el nombre de Jon Uriarte, exdirector de la Ertzaintza y un hombre de peso, ha surgido en los últimos meses con fuerza.
El antiguo mando de Interior y actual presidente del batzoki de Abendaño goza de prestigio entre sus compañeros de filas, que ven en su perfil un hombre idóneo para liderar con autoridad moral y capacidad de gestión la reorganización y relanzamiento del PNV alavés.
Otra de las opciones barajadas en algunos círculos ha sido la del exdiputado general Xabier Agirre, en el subconsciente de muchos desde que salió de Diputación tras la rocambolesca negociación que en la última investidura llevó Ezker Batua, cuyas dos junteras terminaron facilitando la elección del popular Javier de Andrés.
El peso del exdiputado general entre las bases alavesas es evidente y su progresivo distanciamiento del presidente del ABB en el tramo final de la legislatura, acentuado a raíz de la presunta trama que ha llevado a estrechos colaboradores de Gerenabarrena a los tribunales, han metido a Agirre en las quinielas.
Las mismas fuentes destacan que Agirre no ha tomado aún la decisión sobre incorporarse o no a la carrera electoral, ya que también tiene sobre la mesa otras opciones como aceptar la posibilidad de jubilación -mantiene la excedencia como trabajador de Caja Vital- que le brindaría la fusión de las entidades financieras vascas.
No obstante, ningún dirigente jeltzale realizará ningún movimiento antes del 20-N, ya que han pactado cerrar filas ante el complicado reto electoral que afronta el PNV en Álava, donde se las tendrá que ver no sólo con PP y PSE, sino también con Bildu en la pugna por cuatro diputados, de forma que la lista más votada se llevará dos y la cuarta se quedará fuera.
Posteriormente, en cuanto se abra el proceso de renovación interna, las fuentes consultadas por este diario coinciden en que resultará clave la existencia de una única lista para la elección del nuevo ABB que no despierte polémicas ni suspicacias en los batzokis alaveses y que refleje una imagen de unidad sin fisuras, evitando así la división que llevó al PNV a finales del pasado año a repetir la designación de su candidato a la Alcaldía de Gasteiz.
La renovación en la cúpula del ABB pondría fin a una década que comenzó cuando Iñaki Gerenabarrena tomó el relevó de su tío José Mari al frente del partido.