BRUSELAS. Los partidos políticos francófonos y flamencos llegaron en la madrugada de ayer a un acuerdo sobre la reforma del Estado que permite vislumbrar el final de la crisis que el país atraviesa desde hace un año y medio. El pacto, calificado de "histórico", cierra el capítulo de la transferencia de competencias del Estado federal a las regiones, uno de los principales escollos en las negociaciones, que en adelante se centrarán en la formación de Gobierno y en el paquete socioeconómico y presupuestario. "Es la mayor reforma del Estado desde la Segunda Guerra Mundial", afirmó al término de le reunión el líder de los liberales francófonos (MR), Charles Michel. La pasada noche se resolvieron los tres flecos de la reforma institucional que seguían abiertos, empezando por el modo en que se celebrarán las elecciones federales y regionales, que a partir de 2014 tendrán lugar simultáneamente, cada cinco años (un año más que en la actualidad).

Además, se acordó que los asuntos de seguridad civil y los servicios de bomberos seguirán siendo de competencia federal, así como la mayor parte de las disposiciones reguladas en el código de circulación, salvo las limitaciones de velocidad, las multas y otras señalizaciones en las carreteras regionales.

El acuerdo, que dará lugar a la sexta reforma estatal en el país, se anunciará formalmente durante la reapertura del curso político en el Parlamento, el próximo martes.

En las negociaciones han participado, por parte flamenca, el partido liberal Open Vld, el socialista SP.A, el democristiano CD&V y el ecologista Groen, mientras que por parte francófona intervinieron el ecologista Ecolo, el liberal MR, el democristiano CDH y el socialista PS. Las próximas discusiones sobre la formación de gobierno tendrán que decidir, en primer lugar, si los ecologistas flamencos (Groen!) y francófonos (Ecolo) entrarán en la coalición. Para ello, el socialista Elio Di Rupo, que dirige las negociaciones, y que se perfila como el nuevo primer ministro, mantendrá negociaciones bilaterales en breve.

Ambas formaciones se han declarado dispuestas a participar, siempre que puedan entrar juntas y sean tomadas en consideración en las mismas condiciones que el resto. Olivier Deleuze, diputado Ecolo, ha advertido hoy de que en caso de participar en el nuevo gobierno cada uno de los partidos tendría que contar con un ministro.

El optimismo llegó a la escena política belga a mediados de septiembre, con el acuerdo logrado sobre la división del distrito electoral y judicial de Bruselas-Halle-Vilvoorde (BHV), que agrupa los 19 distritos de la capital con 35 municipios flamencos de su periferia en los que vive una importante población francófona.

sin presencia del más votado Las diferencias sobre ese dossier, que se arrastraban desde hacía décadas y parecían irreconciliables, se superaron al margen del partido independentista flamenco N-VA, el más votado en las elecciones de junio de 2010 y que no participa en este acuerdo. Precisamente, la ausencia del partido más votado en las elecciones celebradas hace ahora 482 días deja el interrogante sobre si este acuerdo podrá sobrevivir. Y es que las encuestas indican que los flamencos del N-VA no dejan de subir. Non obstante, desde el avance logrado a mediados de septiembre los avances entre el resto de partidos han sido continuos y, con el acelerón del último pacto logrado, se puede hablar ya de "una nueva etapa histórica", según han destacado hoy políticos de todos los grupos. Se espera que el acuerdo al que llegaron ayer los partidos francófonos y flamencos sirva de base para despejar los últimos obstáculos antes de la formación de gobierno, en un contexto complicado por la situación que atraviesa el banco Dexia.