MADRID. El tribunal compuesto por los magistrados Manuela Fernández Prado, Nicolás Poveda y Ramón Sáez Valcárcel les considera culpables de la comisión de un delito de estragos terroristas y otro de detención ilegal. Un tercer acusado, Xabier Etxeberria Jauregui, ha resultado absuelto por no resultar probada su participación en los hechos.
La sentencia hecha pública este jueves explica que los condenados abordaron al vigilante de la discoteca, al que taparon la cabeza con una capucha y le trasladaron a una zona boscosa.
Después colocaron tres mochilas con explosivos en la pista de baile central, en el lateral izquierdo del local y en el vestíbulo, que al estallar causaron daños valorados en 889.000 euros.
El guarda logró liberarse de sus ataduras y se dirigió hasta el pueblo, donde avisó al propietario del establecimiento y la guardia civil. Cuando las bombas explotaron, pasada la una de la madrugada, la discoteca estaba vacía.
La acción fue reivindicada por ETA en un comunicado remitido al diario 'Gara'. La banda consideraba que era un importante punto de venta de drogas. Ambos condenados admitieron durante el juicio haber llevado a cabo la acción.