bilbao. La fecha no podía ser más oportuna. Un día después de que el colectivo de presos de ETA (EPKK) anunciara su voluntad de adherirse al Acuerdo de Gernika -abogando, de esta forma, por declarar un alto el fuego permanente, unilateral y verificable como expresión de un abandono definitivo de las armas- la izquierda abertzale respondió ayer a la sentencia condenatoria del caso Bateragune con una exhibición de músculo en las calles de Bilbao. Bajo el lema No más juicios, no más condenas, ¡salidas democráticas ahora!, alrededor de 20.000 personas secundaron una marcha convocada por Bildu y Aralar que transcurrió sin incidentes y donde se escucharon proclamas en favor de la independencia, la amnistía y el fin de la dispersión de los presos vascos.
Rodeados por un amplio despliegue policial, los manifestantes comenzaron el recorrido al filo de las 17.30 horas en la Casilla y finalizaron apenas una hora después en el Ayuntamiento de Bilbao, donde la portavoz de la izquierda abertzale, Maribi Ugarteburu, leyó una carta redactada desde la cárcel por Arnaldo Otegi, que junto a Rafa Diez Usabiaba, Sonia Jacinto, Miren Zabaleta y Arkaitz Rodríguez son los cinco condenados por la Audiencia Nacional por actuar bajo las directrices de ETA, según la sentencia condenatoria.
En la misiva, el exportavoz de la izquierda abertzale advirtió de que existen "poderosas fuerzas" empeñadas en poner trabas al proceso de paz y normalización política en Euskal Herria que pretenden, a su juicio, rememorar escenarios de confrontación armada. "Existen todavía poderosas fuerzas instaladas en los diferentes ámbitos del Estado que manejan una agenda de mentiras y provocaciones con el único objetivo de impedir la paz".
Respecto al caso Bateragune, por el que la pasada semana fue condenado a diez años de prisión y motivo de la marcha de ayer en Bilbao, Otegi denunció que desde el Estado español pretenden deslegitimar la apuesta política realizada por la izquierda abertzale torpedeando los futuros pasos que este nuevo camino conllevaría. "Con la sentencia del caso lo único que pretenden es impedir que en las próximas semanas y meses demos pasos que afiancen el nuevo escenario político", advirtió.
Las reflexiones de Otegi desde la cárcel, en las que en ningún momento se hace referencia a los últimos movimientos de los presos en pos del fin de la lucha armada, evidencian también el malestar en el seno de la izquierda abertzale con la actitud del candidato socialista presidencial, Alfredo Pérez Rubalcaba, así como con Patxi López y Rodolfo Ares, a los que dedicó la parte final de su carta.
"Señores López, Ares y Rubalcaba: la paz no viene ni vendrá a Euskal Herria de la mano del inexistente Estado de Derecho español, sino de la mano de quienes reivindican el Derecho a ser Estado del pueblo vasco", a lo que, a modo de despedida final, añadió en euskera: "reír es otra forma de enseñar los dientes, reíd porque vamos a ganar", apostilló.
Representación política En la misma línea marcada por Otegi desde la cárcel se mostraron líderes y portavoces de la izquierda abertzale, entre los que se encontraban Rufi Etxebarria, Txelui Moreno, Tasio Erkizia y los abogados Iñigo Iruin y Jone Goirizelaia, entre otros, los secretarios generales de los sindicatos ELA y LAB, Txiki Muñoz y Ainhoa Etxaide, y Martin Garitano, Oskar Matute y Pello Urizar por parte de Bildu y el antiguo dirigente de ETA Eugenio Etxebeste, Antxon. Precisamente, el secretario general de EA y uno de los portavoces de la formación abertzale era uno de los encargados de romper el hielo ante los medios de comunicación y posicionarse en la mismas directrices de Otegi, denunciando igualmente, una maniobra por parte de la Audiencia Nacional para "entorpecer" el proceso de paz y la normalización política.
Por su parte, la portavoz de la izquierda abertzale, Maribi Ugarteburu, -encargada también de leer la carta de Otegi- calificó de injusta y rancia la sentencia del caso Bateragune al tiempo que valoró positivamente la decisión del EPPK de sumarse al Acuerdo de Gernika ya que, según dijo, "afianza aún más la apuesta por vías democráticas". En el seno de Aralar, convocantes de la marcha junto a Bildu, Rebeka Ubera manifestó el descontento de su formación con la sentencia condenatoria a los cinco encausados, que calificó como "un claro ataque al proceso de pacificación y normalización política".