vitoria. El debate sobre el reconocimiento a las víctimas de motivación política suscitado en Euskadi en los dos últimos años ha saltado al escenario estatal merced a la cercanía de unas elecciones generales en las que la cuestión vasca volverá a a ser uno de los principales frentes de batalla entre PP y PSOE. Lo hizo ayer, cuando la portavoz popular en el Congreso de los Diputados, Soraya Sáenz de Santamaría, dijo estar "preocupada" tras hablar con sus compañeros vascos, por la posibilidad de que el Gabinete López incluya a estas víctimas -muchas sin ninguna vinculación política y asesinadas en controles de carretera, manifestaciones o calabozos- y "desnaturalice" así "la esencia" del Día de la Memoria, que se celebrará el 10 de noviembre.

Aunque es muy difícil que estas víctimas estén presentes en esta segunda edición de la jornada elegida para recordar a los damnificados por el terrorismo por una simple cuestión de plazos, sí es cierto que todos los grupos parlamentarios, salvo el propio PP y UPyD, trabajan por la rehabilitación del colectivo, y que el Día de la Memoria es uno de los ámbitos de negociación entre las formaciones. El año pasado, Aralar y EA renunciaron a participar en los actos precisamente por la ausencia en el mismo de las víctimas de motivación política, uno de los escasos puntos de fricción entre el Gobierno Vasco y su actual socio preferente. Santamaría afirmó que existe "preocupación" en el PP por los pasos que se están dando en Euskadi en este sentido pidió directamente al PSE que no "desnaturalice" el homenaje.

informe aplazado Por otro lado, el Departamento de Justicia del Gobierno Vasco ha retrasado al día 22 de septiembre la comparecencia que debía llevar cabo hoy en el Parlamento para presentar las medidas que el Ejecutivo pondrá en marcha para resarcir a las víctimas de motivación política.