Vitoria. El ministro de la Presidencia no oculta que un nuevo tiempo de esperanza se abre en Euskadi. "Esta ya está siendo la legislatura de la paz", destaca Ramón Jáuregui, que promociona al ex titular de Interior y cabeza de cartel del PSOE a la presidencia española, Alfredo Pérez Rubalcaba, como el candidato más predispuesto a lograr la pacificación. Con Bildu lo tiene claro: "Me da mucha pena que no haya una crítica más severa sobre la inoperancia gubernamental de esta gente".

¿Se ve compartiendo mesa en alguna comisión del Congreso con los representantes de la izquierda abertzale?

Si ellos están allí, compartiremos y conviviremos educadamente, no hay que dramatizar. Pero lo grave es que tienen mucha responsabilidad, pero solo hacen circo. Ya es hora de que hagan lo que tienen que hacer, que es gobernar en serio, no con gestualidad. Tomar decisiones, priorizar, decir dónde invierto. Eso es lo que tienen que hacer, que ya es hora. Y, por cierto, en eso son malísimos.

¿Cree que los dirigentes de Bildu podrían presionar más a ETA para que deje las armas?

Tienen que ejercer la tarea que les pide todo el pueblo vasco, que es pedir a ETA que deje definitivamente la violencia. Y eso, tampoco lo hacen. Los de Bildu son un fiasco, pero los aceptamos porque queremos que la violencia acabe y hagan política.

¿Le hubiera gustado ver al diputado general de Gipuzkoa, Martin Garitano, en el concierto en homenaje a las víctimas del jueves?

Pues claro, es que tienen que ser responsables de lo que les toca, que es representar a todos los ciudadanos, no solo a los suyos. Por eso, insisto, que en muchísimas de sus actuaciones son predemocráticos.

Sus gobiernos están a punto de cumplir los primeros cien días de gestión.

Me da mucha pena que no haya una crítica más severa sobre la inoperancia gubernamental de esta gente. Y también me da una pena horrible que no actúen como corresponde a la representación que tienen en relación con la demanda del fin de la violencia. En esto tenemos que ser inagotables al desaliento con la exigencia, y me parece muy bien la respuesta que el PNV le ha dado a su propuesta de coalición: primero la paz y luego hablamos.

¿Cree, entonces, que a los dirigentes de Bildu les viene bien el monotema para tapar sus carencias?

Pero eso dura cuatro días. El pañuelito en las fiestas, la cartita que reciben de los familiares de los presos,... Todo esto es gestualidad política, en esto no puede limitarse una gestión. Hay que saber qué hacen con la Hacienda, qué hacen con los impuestos, cómo atraen industrias, cómo garantizan que las multinacionales de la investigación vienen a Donosti,... eso es lo que importa.

¿Son ellos los que tienen que lograr el fin de ETA? ¿El Gobierno español no tiene que mover ficha?

Si hay fin de la violencia es porque ETA ha tomado la decisión de dejarlo, punto. Y quien más le puede ayudar a que lo deje son Bildu y los presos. El Gobierno tiene que esperar con inteligencia y con unidad, pero también con mucha firmeza. En eso también quiero reivindicar que confío mucho en Rubalcaba. Me fío mucho más de él que de nadie para que la esperanza de paz que vivimos no se frustre.

¿No ve a Mariano Rajoy capaz?

Para nada tengo la misma confianza, al contrario, tengo muchas dudas.

¿Por qué?

Va a tener fortísimas presiones de los sectores más ultras que pueden perjudicar seriamente la esperanza de paz.

¿De verdad cree que Rajoy rechazaría el 'caramelo' de ser el presidente español que liquidó a ETA?

Hay muchísimas presiones en su entorno, y todos las conocemos, que pueden llevarle a tomar decisiones muy equivocadas.

¿ETA está tan débil?

Sí, pero no tenemos la seguridad total de que no vaya a atentar. Yo soy de los que cree que ETA va a mantener su propia expectativa, sin violencia, pero siempre con una especie de amenaza latente de retorno. Pero eso no basta, eso no abre ninguna puerta, ni ningún proceso.

¿Hay peligro real de una escisión en la organización armada?

No lo sé, no tengo esa información y no puedo juzgarlo.

En las cárceles también hay debate entre los presos. ¿Pueden ser parte de la solución?

Los presos pueden ayudar a que ETA lo deje definitivamente.

¿El Gobierno tendrá algún gesto con ellos?

La política penitenciaria no va a cambiar, se está llevando con mucha inteligencia y discreción.

¿La próxima legislatura será la de la normalización definitiva en Euskadi?

Se puede decir que esta ya está siendo la legislatura de la paz.