dubai. Las autoridades estadounidenses han convencido al presidente yemení, Alí Abdulá Salé, que se encuentra recuperándose en Arabia Saudí de las heridas sufridas en un atentado contra su palacio, de que no vuelva al país, según informó este lunes el periódico Asharq al Awsat.

El domingo, Salé salió del hospital en Riad y fue trasladado a una casa del Gobierno saudí para que siguiera con su recuperación. El pasado 3 de junio, el mandatario resultó gravemente herido en un ataque contra su palacio en Saná en medio de una oleada de protestas contra su Gobierno.

El presidente fue trasladado a Riad para recibir tratamiento médico, pero las autoridades descartaron que Salé transfiriera el poder. Asharq al Awsat, señaló que Washington presionó a Salé, que dirige el país desde hace 33 años, para que retire su promesa de volver al país para dirigir las conversaciones con la oposición.

El periódico aseguró que sus fuentes indican que Salé se vio influenciado por las imágenes de la semana pasada del expresidente egipcio Hosni Mubarak frente a un tribunal en El Cairo para responder por las acusaciones de asesinato de manifestantes y corrupción. Mubarak fue expulsado del poder a mediados de febrero tras semanas de manifestaciones que pedían su dimisión y la aprobación de reformas democráticas.