Una foto con días contados
Leire Gondra
El viernes fue día de aguantar el tipo y la sonrisa para el Ejecutivo de Zapatero. Tocaba foto. Esa fotografía oficial que tiene lugar después de cada crisis de Gobierno, aunque en esta ocasión los cambios hayan sido de baja intensidad. El presidente español se rodeó de sus ministros para posar en las escalinatas del Palacio de la Moncloa y retratar así su nuevo equipo cuya única variante es la ausencia de Alfredo Pérez Rubalcaba y la incorporación de Antonio Camacho como nuevo titular de Interior. Son los últimos ministros de Zapatero, el gabinete que le acompañará en la recta final de la legislatura. Una legislatura que cada vez se antoja más y más corta. Y por tanto, la foto tiene los días contados. Presidente y ministros se pintaron esa amarga sonrisa de quien sabe que su etapa en Moncloa está al borde del punto y final. Las quinielas se inclinan a que otoño traerá consigo el adelanto electoral y la foto que se produjo el viernes dejará de tener vigencia para dejar paso a un nuevo Gobierno, que bien podría estar bajo las siglas del PP.
Camacho se ve en la tesitura de ser el nuevo ministro que puede dejar la cartera nada más llegar al cargo. Noviembre, mes que se baraja para los comicios, está a la vuelta de la esquina, y el titular de Interior vería que su fugaz paso por Moncloa quedaría limitado a cuatro meses escasos. Los sondeos apuntan con rotundidad a que serán los populares los que se hagan con la presidencia, pero en el caso de que el candidato Rubalcaba lograra darle la vuelta a la tortilla y ganar las elecciones, quedaría por ver si este contaría con Camacho como ministro de Interior, aunque sí que es cierto que fue su segundo en el ministerio y esta misma semana Camacho rubricó su intención de continuar con las mismas políticas que puso en marcha Rubalcaba.
La foto se produjo el mismo día en el que el Consejo de Ministros daba luz verde a la reforma de la Ley de Enjuiciamiento Criminal, que a medio día presentaron con mucho bombo en rueda de prensa el portavoz del Gobierno, José Blanco, y el ministro de Justicia, Francisco Caamaño. Un anteproyecto de ley que no verá la luz si se produce el adelanto electoral. Aunque en la rueda de prensa, Caamaño se mostró convencido de que habría consenso entre los grupos para que esta reforma estuviera lista a tiempo, lo cierto es que no queda margen para el trámite necesario. Así que, el Gabinete de Zapatero sigue al pie de la letra la postura que ha defendido hasta ahora de agotar la legislatura para acometer reformas como ésta.
De este modo, el Gobierno sigue gobernando, aunque sea en clara agonía e interinidad. Con iniciativas como la reforma de esta ley que previsiblemente no logrará sacar adelante, lanza sus últimos cartuchos en un intento por proyectar una imagen de normalidad y tratar, de paso, de ganar algún punto entre el electorado que ya castigó a los socialistas en las elecciones de mayo.
Durante la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, José Blanco recurrió a la frase que ya advirtió repetirá viernes tras viernes: "Queda una semana menos para las elecciones". El portavoz del Gobierno trató una vez más de espantar el fantasma del adelanto electoral después de un par de semanas complicadas que han desembocado en el balón de oxígeno que ha supuesto que la Cumbre Europea del jueves aprobara el segundo rescate a Grecia. La economía española ha podido coger una bocanada de aire después de que los mercados cedieran su presión, pero la cuestión es: ¿hasta cuando durará el leve respiro?
en septiembre, la clave Septiembre va a ser el mes clave para saber cuándo tendrán lugar finalmente las elecciones. Es el mes en el que el Gobierno español verá si tiene apoyos para sacar adelante los Presupuestos de 2012, condición vital para llegar a marzo. Y también tendrá lugar la convención política del PSOE, cuyas conclusiones serán claves para ese hipotético anticipo de los comicios. Zapatero puede ver necesario terminar la legislatura para culminar las reformas, pero unos sondeos beneficiosos para Rubalcaba podrían precipitar las cosas. En cualquier caso, y por mucho que en las filas socialistas se empeñen en que es Zapatero quien debe decidir la fecha de las elecciones, a estas alturas no parece que pueda ser una decisión que pueda tomarse sin Rubalcaba.
Además, las presiones pidiendo el adelanto han adquirido su máxima expresión después de que esta semana el diario El país publicara un editorial llamando a este anticipo. Hasta los de casa presionan y eso favorece las posibilidades de comicios en noviembre.
Es probable que Zapatero ofrezca el viernes su habitual rueda de prensa de antes de las vacaciones de agosto para hacer balance político del semestre. Y también es muy probable que las preguntas de la prensa se centren sobre todo en el posible adelanto electoral; ese adelanto que estampará la fecha de caducidad en la foto que se tomó el viernes en las escaleras de La Moncloa.